Novela publicada en el año 2020.
Es la décima entrega de la serie policíaca que el autor escribe teniendo como protagonistas al subteniente Bevilacqua y su compañera, la brigada Chamorro.
El narrador en primera persona es el propio subteniente Bevilacqua (Vila), que nos va a introducir en dos historias: la primera es la investigación de un asesinato ocurrido en la isla de Formentera que tiene un primer tinte de trasfondo homosexual; a raíz de que la victima es un antiguo colaborador de ETA que ha pasado varios años en cárceles francesas y españolas; la segunda historia será un recorrido por su trayectoria en el cuerpo de la Guardia Civil en el País Vasco casi 30 años antes de este suceso, desde finales de 1989, cuando contaba 26 años.
Las dos historias se van a ir alternando en el transcurrir de los capítulos, haciendo que la lectura sea amena y poniendo al lector en la tesitura de valorar cual de las dos le parece más interesante.
La victima reside y trabaja en San Sebastián, ronda los cincuenta años y frecuenta con asiduidad las islas de Ibiza y Formentera, siempre moviéndose con personas más jóvenes y en ambientes gays. Aparece asesinada a palos, con gran brutalidad, y, debido a sus antecedentes terroristas, hace que el caso se lo asignen, por parte de los máximos jefes del cuerpo, al subteniente Vila.
En la entrevista con la madre de la víctima esta le hace ver que duda que se tomen interés en la investigación por su procedencia, entorno de ETA, que ella odia a la Guardia Civil y le niega cualquier tipo de colaboración.
La investigación se centra en el acompañante que ha tenido la victima los últimos días y que había conocido a través de internet. Tras la obtención de pruebas, es detenido en Madrid, interrogado y, aunque se declara inocente, es puesto a disposición del juez que decreta prisión provisional. Los investigadores albergan dudas al no haber una autoinculpación y no encajar las pruebas al cien por cien. Bevilacqua recela de las conclusiones a las que han llegado, no está contento.
La madre del acusado de asesinato se pone en contacto con el subteniente y hace que vuelva a hablar con su hijo detenido. Esto hace que intente otras vías de investigación y se desplace al País Vasco para hablar con otras personas relacionadas con la víctima: empleados de la empresa, última persona con la que tuvo una relación íntima, vecinos de su pueblo, su entorno político, familiares,...
En este nuevo camino abierto descubre que sus jefes no le han suministrado toda la información: el asesinado fue confidente de la Guardia Civil y seguía manteniendo contacto con algún miembro de la institución.
La otra historia que nos llega de forma paralela a la investigación nos cuenta la vida del Guardia Civil en el País Vasco, un destino que eligió voluntariamente: su primera actuación en una operación contra ETA, su paso a la unidad de información, su adiestramiento junto a otro compañero, su primer trabajo, su participación en algunas campañas para desarticular comandos terroristas, detención de miembros de la organización terrorista, colaboración con compañeros franceses, las circunstancias de los preparativos de la Expo de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona, las represalias terroristas tras los aciertos de la Guardia Civil,
Su viaje al País Vasco en busca de información es un viaje emocional que hace despertar todos sus fantasmas, aunque la época actual diste bastante de la que él vivió, que fueron los años de máximo apogeo, los años de plomo, que le hicieron tomar una determinación.
El protagonista nos hace llegar sus reflexiones críticas sobre el funcionamiento de la guardia civil: los métodos de trabajo actuales en contraposición con los empleados en la época de la dictadura y principios de la democracia. También su valoración de las actuaciones de los terroristas, su entorno asfixiante, y, aunque no busque culpables, hay que valorar que sus opiniones son subjetivas y él es miembro de la Guardia Civil.
También nos deja otras reflexiones o valoraciones de crítica social sobre temas de actualidad: en las islas nos muestra el alto consumo de droga, en plan ecológico, las protestas por la construcción de una autovía en un lugar donde las distancias son muy cortas, el anacronismo del mantenimiento de los jueces de paz. A nivel general, aparece la corrupción policial; cree que una vez desarmada y desaparecida ETA es necesario el acercamiento de los presos como muestra de normalidad; se debe mejorar la cooperación de los cuerpos de seguridad estatales con las policías autonómicas; critica la intervención de las fuerzas del orden en Cataluña (referendum ilegal); es un detractor de las corridas de toros,...
El título hace referencia en que en Corcira (la actual Corfú) se llevó a cabo hace alrededor de 25 siglos la primera guerra civil entre ciudadanos de la misma isla, oligarcas contra demócratas, y Tucídides lo recoge en un libro, haciendo una valoración y un alegato antibelicista, y nuestro protagonista lo compara con la situación vivida en el País Vasco por la población en la época terrorista de ETA.
A lo largo de la novela aparecen otras referencias literarias, obras y autores, y musicales, autores y canciones, pues el subteniente es un buen lector y ama la música.
La obra mantiene un buen sentido del humor y mucha ironía, sobre todo el protagonista.
Una novela amena, bien estructurada en la que los dos temas se compaginan bien, los diálogos son abundantes y dinámicos, con un buen tono irónico que aportan frescura. Se disfruta.