El protagonista, Jan Julivert Mon, vuelve a su barrio de Barcelona tras permanecer 13 años encarcelado por llevar a cabo varios atracos, con muertes incluidas.
En sus vecinos, Jan infunde admiración, respeto y temor, y muchos lo esperan para ver como lleva a cabo su venganza contra aquellas personas que lo encarcelaron, además de perseguir, maltratar e incluso matar a amigos y familiares. Pero él sólo regresa para buscar trabajo y llevar una vida tranquila.
El destino, o su deseo, hace que recale como guarda nocturno en casa del juez Klein, un personaje con numerosos enemigos, entre ellos él mismo y sus compañeros anarquistas, por las numerosas fechorías realizadas contra sus familias, y que ahora, tras un grave accidente, se ha convertido en un alcohólico, amnésico y vicioso personaje de la Barcelona nocturna que se deja robar por un grupo de personajes barriobajeros.
Ya el título nos deja entrever una cita futura para acabar algo iniciado, que tiene un claro olor a venganza.
La historia se desarrolla a lo largo de varios meses del año 1959, en un barrio de trabajadores (obrero), en su mayoría perdedores de la guerra civil, donde vamos descubriendo la vida diaria entre sus establecimientos: bar, barbería, taller, mercería, quiosco-librería,...; y sus variopintos habitantes, bastante bien descritos por el autor. A lo largo de la novela, sobre todo a través de los diálogos, iremos conociendo el pasado de cada personaje, con sus distintas versiones, desde la guerra civil y el inicio de la posguerra, para poder situarnos en presente.
El narrador es un adolescente de la pandilla del barrio en la que se integra Néstor, el sobrino del protagonista que lo considera un héroe y al que también gusta el boxeo, habla en primera persona y nos va dando cuenta de lo ocurrido sin tomar partido ni juzgar a ninguno de los personajes.
La historia tiene las trazas de novela negra que mantiene la intriga hasta el final, aportándonos datos insospechados y conduciéndonos a un cierre sorprendente.
A lo largo de la trama vemos momentos eróticos, rasgos de sentimentalismo, la situación de la vida en la posguerra, las diferencias entre clases sociales, el ambiente nocturno de la Barcelona de finales de los años 50, con su decrépito Barrio Chino, los inicios a la sexualidad en las butacas del Cine Roxy,...
En las obras de Marsé no puede faltar la referencia al mundo del cine: títulos de películas de la época, comparaciones de artistas cinematográficos con personajes de la novela, confección de la cartelería al uso, las salas de proyección,..
El lenguaje es coloquial, con vocabulario de la época y del entorno social, siendo a veces crudo y violento.
Retrata una gran variedad de personajes pero predominando los perdedores, tullidos, enfermos, decrépitos, de avanza edad,...
La novela empieza con una meada y acaba con otra, los protagonistas son distintos y los receptores del chorro también, ha pasado el tiempo y han sucedido muchos hechos. Este es el cierre: "Esconde la pistolita, y vámonos"
Buena obra de Juan Marsé que reúne plenamente las características de su literatura.
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