El Club de Lectura "Ben-al-Arte" se reunió el martes 14 de febrero, para comentar la obra "Las hijas de Hanna", de Marianne Fredriksson.
Aquí podéis leer parte de los comentarios aportados por los participantes en la reunión.
Es la
historia de una saga familiar, tres mujeres de una familia, que pertenecen a
tres generaciones distintas.
La novela
narra la vida de tres mujeres, abuela, madre e hija y a través de sus historias
personales iremos conociendo la evolución social de Suecia desde finales del
siglo XIX y a lo largo del siglo XX, sobre todo en el mundo de la mujer.
La acción se
inicia a finales del siglo XIX, en una zona rural del norte de Suecia muy cerca
de la frontera con Noruega, que en ese momento tenían una alianza entre los dos
países. Más adelante la acción se traslada al mundo urbano, que nos mostrará cómo
se desarrolla la vida en varias ciudades suecas y las dificultades de
integración que van a encontrar las personas que provienen del mundo rural.
Aunque la
historia lleva un orden cronológico general, se irán intercalando hechos de
distintas épocas en el momento en que son conocidos por algunos de los
personajes.
La autora nos
cuenta al principio el peso que tiene que soportar cada generación de los
miembros familiares de la anterior, una herencia social y psicológica que
arrastran sobre todo las mujeres y en la que tiene un peso importante la
doctrina de la Iglesia.
Hanna, la
abuela, nace a finales del s. XIX, después de que su madre hubiera perdido
cuatro hijos anteriormente, debido sobre todo a la hambruna existente. Después,
en una situación social mejor, se juntó con cuatro hermanos más.
Siendo aún
una cría se va a servir a casa de unos parientes que disfrutan de una mejor posición
económica. En ese momento empezará a cambiarle la vida, a peor, y empezará a
conocer los prejuicios sociales imperantes en la sociedad de ese lugar y del
momento.
Con la
aparición del que será su marido, venido del norte del país buscando una vida
mejor, empezará a forjar su vida: más feliz pero teniendo que ejercer un trabajo
duro, en una economía de subsistencia, rodeada de prejuicios sociales,
aplastada por el peso de la tradición, que la hacen convertirse en una mujer
sumisa, pues el peso social y el poder recae en el hombre. Todo eso hace que se
convierta en una mujer práctica.
Observamos la
existencia del mundo mágico de las zonas rurales, con curanderos, brujos y
brujas, pociones, varitas mágicas,…; que ha quedado reflejado en muchos cuentos
y relatos tradicionales, que se han contado a los niños, al calor de la lumbre.
Cuando Hanna
visita la ciudad vemos la diferencia de visión del mundo, ella vive anclada en
las tradiciones, rodeada de una sociedad opresiva, no comprende esa sociedad
que es nueva y desconocida para ella, ni siquiera a la hora de vestir, pues
ella vive embutida en su ropaje oscuro, preferentemente negro (como nuestras
abuelas cuando enviudaban).
Cuando
empieza el declive definitivo de la vida en la montaña, se instala en la ciudad
de Göteborg, prometiéndose que jamás volverá a su lugar de origen.
En la ciudad
aflorarán todos los complejos familiares, pasarán por una dura época de
adaptación y conocerán otro tipo de costumbres sociales y condiciones
laborales.
La vida de
Johanna, miembro de la siguiente generación, la conoceremos principalmente por
una especie de memorias que ha escrito.
Nace a
principios de siglo y sus primeros ocho años de vida corrieron bajo el manto
protector de su padre, que la acaparó. Fue una niña precoz, algo que le acarreó
bastantes problemas con sus compañeros de estudios.
Ya en la
ciudad recibe la ayuda de la mujer de su hermano más que de su madre, que sigue
con su permanente carga de tradición y prejuicios negada a la evolución.
Surge la idea
de que la mujer debe procurar ser autosuficiente para desarrollarse y ser
libre. Empieza a expandirse el partido socialdemócrata.
Empezará a
hablarse de sexualidad, masturbación,...
Para dar
cumplimiento a uno de sus objetivos, comienza a trabajar.
Vuelve una
época de hambruna y precariedad, y muchas de las muertes se achacarán, de forma
errónea, a la “enfermedad española”.
Ella no pierde
la concepción mágica, piensa que su padre sigue protegiéndola.
Ahora habla más
con su madre sobre temas como la justicia social, algo inconcebible para una
mujer acostumbrada siempre a trabajar sin cuestionarse nada.
A finales de
los años 20 empieza la gran depresión, muchas mujeres son despedidas y la
solución que se les ofrece es buscar buenos maridos que mantengan a la familia.
Un paso atrás en los derechos de liberación de la mujer.
Se empieza a
cuestionar el maltrato de la mujer.
Hacen su aparición
los nazis en Alemania y empieza a extenderse a los territorios colindantes.
Johanna vive
en un barrio en el que hay una gran representación social entre los vecinos,
con sus chismosos y controladores incluidos.
Finalizada la
guerra mundial sube el nivel de vida y se ponen las bases del estado del
bienestar. Gobierna la socialdemocracia. Vuelve a plantearse el trabajo como
forma de liberación, de respetabilidad y de no tener que depender del marido.
La sociedad se
plantea la diferencia entre amor y sexualidad.
Johanna ha
llevado una vida triste. Y triste va a ser también el último tramo de sus días.
Anna, el
miembro de la tercera generación es la que nos ha ido contando la historia.
Ella ha vivido mejor época social que sus antecesoras, ha ido tejiéndose su
mundo de forma silenciosa y alejándose del ambiente familiar, tan distinto del
suyo; ha tenido acceso a los estudios superiores llegando al mundo de la cultura
y a la burguesía, tan ajenos a su familia; se desenvuelve mucho mejor en el
mundo de la independencia femenina, facilitada por la independencia económica,
aunque quizás sufra de ciertas inseguridades afectivas.
Cuando conoce
al que va a ser su marido, le cae bien a su familia, aunque ella tiene ciertas
reticencias porque sabe que es un mujeriego.
Él le sugiere
la idea de escribir un libro sobre la abuela, algo a lo que le podrá ayudar,
por lo que ella inicia una investigación. Llega a compararse con su abuela para
ver las grandes diferencias entre ellas, sus embarazos, sus soluciones, el
concepto de amor, el enamoramiento, la sexualidad,…
También
reflexiona sobre la relación con su marido, su idea de justicia, las
infidelidades, sus suspensiones y vueltas en sus relaciones.
Su propia
experiencia vital la hace comprender muchas acciones de sus familiares
femeninos que antes no había entendido, incluso las había llegado a criticar.
Ya se dibuja
que la vida que llevarán las hijas de Anna será totalmente distinta de lo
conocido en las tres generaciones anteriores.
La novela
recoge momentos históricos claves en la historia del país, y a nivel mundial, que
la autora va intercalando de forma cronológica, sin descuidar la vivencia de
los personajes en ellos, Algunos datos que nos enmarca la trama en su contexto
histórico de aquellos años son: la amenaza de guerra con Noruega, ruptura de la
unión con Suecia, las diferencias entre la población rural y la urbana, la
emigración de muchos habitantes a América, el bombardeo alemán de ciudades
españolas en la Guerra Civil, la II Guerra Mundial, la neutralidad sueca, los
campos de concentración, la bomba de Hiroshima,...
Junto a estos
conflictos políticos, aparecen otros temas como el aborto, el divorcio, la concepción feminista, las uniones efímeras y el
adulterio, tratados superficialmente, aunque en ocasiones queda en evidencia un
trasfondo religioso.
El título no
refleja la realidad de la obra, que está mejor recogida en el original “Anna,
Hanna och Johanna”, pues en realidad las tres son protagonistas que nos
muestran la evolución de la vida común de la mujer en la sociedad sueca, que
puede representar a la mujer en general. Nos habla de sentimientos, miedos y
alegrías de tres mujeres en tres épocas distintas.
La
descripción psicológica de las sucesivas protagonistas y sus muy distintas
circunstancias existenciales se enmarcan en la rápida transformación de las
condiciones de vida experimentadas por el país en pocas pero muy agitadas
décadas. Entre las duras y las primitivas costumbres y necesidades de Hanna y
la comodidad material y el desahogo económico de su nieta Anna existe todo un
abismo.
La autora va
hilvanando la historia de una familia, con sus desilusiones, sus penas y alegrías, sus pasiones, sus
sueños,...; a lo largo de tres generaciones de mujeres escandinavas, cada una
representativa de la época que le ha tocado vivir, cada una tan diferente a la
anterior y a la siguiente.
La novela
intenta denunciar, de algún modo, las barreras intergeneracionales que impiden
comprender y comunicarse con nuestros ascendentes y descendientes. A veces esa
barreras no tiene sentido, pues están fabricadas a base de orgullo y
cabezonería que a menudo levantan, tal vez sin querer, padres e hijos, madres e
hijas.
La próxima reunión está prevista para el martes 14 de marzo para comentar la novela "Los versos de la medusa" de Víctor Frías Jiménez, que asistirá para compartir las opiniones con los lectores.