La obra fue publicada en el año 2017. Es la segunda entrega de la serie "Puerto escondido".
El nuevo caso que enfrenta el equipo de la teniente Redondo se produce seis meses después de resuelto el anterior.
El entorno de la novela es el mismo, es decir, un grupo de pueblos cercanos entre si en la costa de Cantabria, teniendo como referencia el pueblo de Suances.
La acción transcurre en el año 2014.
La novela se desarrolla en diferentes escenarios: la trama policial de los asesinatos en la zona de Cantabria, la acción de los científicos en distintos países, según el año: en Alemania, cinco años atrás; en México, tres años atrás; Polonia, dos años atrás; en otros lugares de Cantabria, dos años atrás.
Entre las historias, se incrustan una serie de reflexiones breves en primera persona, un total de ocho, donde un personaje anónimo nos cuenta menos de lo que sabe de lo que ocurre, bajo el título de El Viajero del Sótano de las Golondrinas, que se halla en México. Es visitado por el grupo de científicos. Ocurre algo que los deja marcados a todos ellos de distinta forma.
Hasta la última entrega no sabremos con seguridad quien es el autor de las reflexiones.
Oliver Gordon, dueño del alojamiento Villa Marina, seguirá insistiendo para averiguar el paradero de su hermano, y, aunque sigue sin aparecer después de dos años, recibirá noticias relevantes sobre su deambular vagabundo.
El grueso del Equipo de Valentina Redondo es el mismo. Ahora aparece un capitán, Caruso, de ascendencia italiana que, bastante preocupado por los acontecimientos, meterá presión.
Hay una historia paralela protagonizada por un grupo de cinco científicos e historiadores de varios países, que se dedican a visitar diversos lugares del mundo trabajando en variados proyectos, casi todos en el interior de la Tierra, y que al final convergerán con la investigación que lleva a cabo la guardia civil sobre varios asesinatos, pues asisten a un Congreso Internacional de Espeleología que tiene lugar en Cantabria, elegida por la gran cantidad de cuevas que alberga la región.
La trama arranca con la aparición del cadáver de una mujer joven, vestida de princesa, sobre unas ruinas medievales cerca de Hinojedo. Por su aspecto parece nórdica, su ropa es antigua y usada (del medievo), ha sido colocada en el lugar con cuidado, no muestra signos de violencia y lo único que porta es una moneda, también antigua (s. XVII), en la mano cerrada. Parece la firma que ha dejado el autor. Valentina cree que seguirán más muertes.
Aparece un segundo cadáver, un hombre, en una zona pantanosa cerca de Comillas, sin ninguna relación aparente con el primero, sólo que también llevaba una moneda antigua, aunque diferente a la anterior (s. XV).
Valentina organiza los trabajos de cada miembro de su grupo de forma meticulosa, como suele hacer siempre.
Aparece la documentación del hombre: de origen alemán y desaparecido en Madrid, donde realizaba unas gestiones para el organismo para el que trabaja, hace varios días.
Mientras prosigue la investigación, en la biblioteca de la Cueva de Altamira, de acceso restringido, mientras trabajaba con uno de los ordenadores, han asesinado al responsable del Departamento de Patrimonio. En la mesa han dejado otra moneda.
Las monedas provienen de un hallazgo en una de las cuevas de Cantabria y estaban custodiadas en el depósito del Museo de la Cueva de Altamira. Un detalle más para la investigación.
Todas las muertes se producen de manera diferente.
En los últimos capítulos, la investigación, centrada alrededor del Congreso de Espeleología, adquiere un ritmo más acelerado hasta desentrañar todo el misterio y descubrir las acciones y motivos que han conducido a las diferentes muertes.
Mientras tanto, en una trama paralela, Oliver, ayudado por un antiguo compañero de instituto en Londres que lleva varias semanas viviendo en Villa Marina, realiza sus propias pesquisas, además de las que lleva a cabo la policía, para intentar dar con el paradero de su hermano.
Como hecho insólito, se produce la visita inesperada de su antigua novia, que, de forma sorpresiva le va a proporcionar información sobre la vida llevada por su hermano hasta hace poco, lo que los lleva a un violento enfrentamiento, a la vez que a un acercamiento a conocer algo más de la desaparición de su hermano.
La relación entre Valentina y Oliver pasan por un momento diferente. De ahí surge el título de la novela.
En el lenguaje que utiliza la autora aparecen el humor, la ironía y el sarcasmo, y uno de los personajes, el amigo británico, tiene dejes andaluces en los diálogos, adquiridos por haber pasado un tiempo en la región.
El vocabulario sigue siendo rico en palabras relacionadas con técnicas investigativas de laboratorio, de productos usados en asesinatos, del propio mundo de la arqueología y la espeleología y de la época medieval. Buen trabajo de investigación.
En esta novela, al igual que en la primera, siguen apareciendo referencias musicales, más aún al ser el amigo de Oliver compositor y clarinetista y dedicarse a crear un ambiente musical en el alojamiento, como contrapartida a su alojamiento y sustento.
Así mismo, siguen apareciendo la riqueza paisajística en las localizaciones de la trama novelística, incluyendo en este caso la abundancia de cuevas de Cantabria.
Si te gustó la primera entrega, también te gustará esta.
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