jueves, 28 de julio de 2022

Obra maestra. Juan Tallón

La novela ha sido publicada en el año 2022.
En enero de 2006 se publica una noticia en ABC que llama la atención del público en general, por lo insólita: "El Reina Sofía ha perdido una escultura de Richard Serra de treinta y ocho toneladas".
Descubriremos que la escultura consta de cuatro bloques de acero corten (la oxidación superficial de este acero crea una película de óxido impermeable al agua y a su vapor que impide que la oxidación del acero prosiga hacia el interior de la pieza, por eso se utiliza en piezas situadas al aire libre) y que su peso es de 38 toneladas. Se utilizó en la inauguración del Museo Reina Sofía en el año 1986. Una vez finalizada la muestra, el museo decide guardarla, y en 1990, por falta de espacio, la entrega a una empresa de almacenaje con la que suele trabajar, que la traslada a una nave que posee en Arganda del Rey. 
Cuando quince años  más tarde el museo quiere recuperarla descubre que ha desaparecido, pero no sólo la escultura, la empresa dejó de existir en 1998 y en el espacio que ocupaba la nave hay ahora un edificio que alberga el Archivo General de la Seguridad Social.
Sobre esta base, el autor nos presenta esta obra que maneja una estructura que nada tiene que ver con la que estamos acostumbrados a seguir en una novela de corte tradicional.
Nos presenta a más de setenta personajes de ámbito internacional dándonos sus opiniones, ya no sólo sobre el hecho del robo, sino sobre otros temas relacionados con el mundo del arte y la cultura, como, por ejemplo, las características de la obra, la figura del escultor, el arte (sobre todo el arte moderno), la inauguración del museo,...
El hecho de la desaparición, como los personajes nombrados, son reales, el resto se mezcla con la ficción.
Las intervenciones de los personajes van precedidas del nombre, su profesión u ocupación y la fecha en que realiza la intervención, que además no siguen una línea cronológica sino que va dando saltos en el tiempo, y están recogidas siempre en primera persona.
En ese conjunto de personajes vamos a descubrir a: la fundadora del museo, algunos de sus directores, policías de la Brigada de Patrimonio, la jueza que llevó el caso, trabajadores del museo, algún ministro y ex-ministro, dueño de la empresa que custodió la obra, galeristas, el propio autor, Richard Serra, marchantes de arte, críticos, otros artistas, concejales, coleccionistas, ingenieros, periodistas, historiadores, vigilantes, políticos, una terrorista, un jubilado, un camionero, un chatarrero, un taxista,..., incluso el propio autor del libro, conversando con una editora interesada en su publicación, y las pesquisas que realizó para poder obtener información que le sirviera en la investigación.
Del escultor conoceremos sus inicios, la evolución de sus gustos e intereses, cómo planifica sus obras, cómo las diseña en función del espacio que van a ocupar, de ahí que no valgan para cualquier lugar, cómo las trabaja y su implicación hasta el final, es decir, hasta que la escultura ocupa el espacio de exposición. También de algunas polémicas ocasionadas por las mismas en algunos lugares con los ciudadanos del entorno de su ubicación.
Aprovecha el autor para hablar del complejo mundo del arte, principalmente del arte moderno, de su comprensión por parte del espectador, del artista como creador y de la huella que deja en la sociedad en la que vive y en la época en la que lo ha hecho. En una de las opiniones se señala que uno de los objetivos del arte, si no el principal, es hacernos pensar, de ahí que no hacen falta grandes obras para marcar una época.
Porque, el mismo título, ¿A qué se refiere? ¿A la obra desaparecida de Serra? ¿A su obra en general? ¿A qué se considera una obra maestra en sí misma? ¿Al hecho de hacer desaparecer una obra de ese tamaño? El autor no muestra una solución, porque habrá muchas. El propio lector también tendrá su visión, su valoración, su opinión,..., que parece ser lo que busca el autor.
La aparición del propio Tallón en la obra nos dice que la escritura de la misma llegó a convertirse en un reto personal y en una obsesión que perduró diez años. Nos muestra las peripecias seguidas en la búsqueda de la información, algo que hace en tono irónico, incluso esperpéntico.
El objetivo que persigue el autor no es desentrañar la desaparición de la obra y posibilidades de encontrarla, ni buscar culpables, ni juzgar actuaciones y responsabilidades. Empezamos la novela con una interrogante y la acabamos, no sólo con la misma, sino que le hemos añadido algunas más, el escritor ha puesto a trabajar al lector con su mano maestra.
De manera algo sutil, si podemos entrever que en España se es "poco cuidadoso" con lo público, con lo común, no sólo en este caso, sino en general.

martes, 26 de julio de 2022

El castillo de Barbazul. Javier Cercas

Novela publicada en el año 2022. Tercera entrega de la trilogía Terra Alta.
El protagonista sigue siendo Melchor Marín, ex-mosso d´esquadra que ahora es el bibliotecario del pueblo en el que vive, Gandesa.
Su hija Cosette ha cumplido 17 años, una edad que empieza a ser conflictiva. A esto se une que, a través de unas compañeras de instituto, ha conocido la forma en la que realmente murió su madre. Algo que su padre nunca quiso hacer para intentar evitarle un sufrimiento añadido a la pérdida.
Esta situación los lleva a una fuerte discusión y a que ella se embarque con su amiga Elisa para pasar unos días en Mallorca, previos a la Semana Santa.
Pasados los días previstos, Melchor se acerca a la estación a recogerlas, pero sólo vuelve Elisa. Cosette ha decidido pasar unos días más en la isla y además no quiere que su padre mantenga ningún tipo de contacto con ella, pues lo toma con un periodo de reflexión.
Melchor, que lleva ya cierto tiempo conviviendo con Rosa, dueña de Gráficas Adell, aunque viviendo cada uno en su casa, comparte con ella la situación, pero ella le resta importancia a la preocupación de Melchor, cree que estuvo bien lo que hizo y que el tiempo y una futura conversación entre padre e hija pondrá las cosas en su sitio.
Melchor intenta entrar en contacto con su hija a través del móvil, pero no lo consigue.
Pasados los días, Cosette no vuelve y el protagonista, con su olfato de policía, se teme lo peor, que ha desaparecido.
Lo primero es denunciar y que la policía empiece a actuar. En Pollença, lugar de la desaparición, la responsabilidad es de la Guardia Civil, lo que dificulta las primeras actuaciones.
Melchor, desoyendo los consejos de sus excompañeros, se desplaza a Mallorca. Visita el hotel en el que se hospedaba Cosette y corrobora la desaparición, visita al sargento, jefe de la Policía Judicial en Pollença, que le da la impresión de poco interés y de dejadez y le aconseja que se vuelva a su casa y los deje trabajar.
Los nervios le pueden. Al día siguiente tiene un encontronazo con el mismo sargento y se va al juzgado para acelerar las pesquisas. Nada puede hacer. Empieza a indagar por su cuenta con la ayuda de los excompañeros catalanes.
Viviendo pendiente del móvil, recibe un correo anónimo en el que le instan a que se ponga en contacto con un personaje desconocido. Después descubrirá que es Damián Carrasco, un guardia civil expulsado del cuerpo por colaborar con un cartel de la droga en la isla, a pesar de disponer de una impecable hoja de servicios.
En una recóndita casa medio oculta en un bosque vive este personaje que lo pone al día de su historia personal y de sus investigaciones. Le habla de Rafael Mattson, un personaje de fama pública reconocida, rico, famoso, poderoso y también altruista, pero que él considera como un depredador sexual de menores que pasan por la isla, que vive en una fortaleza-bunker en Formentor, que tiene comprados a la mayoría de las autoridades y funcionarios de la isla y a dirigentes de otras partes del mundo, mediante chantajes, y que posiblemente se halle implicado en la desaparición de su hija.
Tras salir del encuentro con el ex-guardia civil, es secuestrado y aparece en casa de Mattson, que le informa que es cierto que su hija ha estado en su casa con una amiga, que ha sido bien tratada y que en ese momento se encuentra de vuelta en el hotel, algo que Melchor comprueba como cierto.
De vuelta a Terra Alta, Cosette sigue sin querer salir ni hablar con nadie. Empieza a visitar a una psicóloga que diagnostica que ha sufrido abusos y le aconseja a su padre que la interne en una clínica especializada. Rosa le ayuda a sufragar los costosos gastos. Los avances son lentos.
Melchor duda entre la denuncia, que volvería a exponer a Cosette y su salud psicológica, o poner en marcha un plan ilegal que le había propuesto el ex-guardia civil para desenmascarar a Mattson. También bastante costoso.
Para poner en marcha el plan tiene que vencer bastantes reticencias, empezando por Rosa, tocando a compañeros con los que había roto relaciones, otros que hacía tiempo que no veía, a policías jubilados y en activo, de diversos departamentos,...; un puzzle de muy difícil encaje, que además ha organizado un personaje ajeno a ellos y del que alguno duda de sus facultades mentales y de su situación legal.
El ex-mosso sigue con la actitud que lo caracteriza, ya vista en las dos anteriores entregas, que tiene su propio código de justicia.
La parte final nos garantiza acción y sorpresas, como definen a una buena novela negra.
La obra nos remite a hechos de las dos obras anteriores, para comprender algunas acciones de esta.
Se nombran a otros escritores relacionados con los hechos, como el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, vuelve a nombrarse el propio autor haciendo referencia a la propia trilogía en la que habla del mosso protagonista de la misma, que por lo visto todos han leído menos el propio Melchor.
La obra exalta el sentido de la amistad que a veces está por encima de los impedimentos legales y lógicos.
El autor nos vuelve a deleitar con biblioteca, libros y lecturas, en este caso se centra bastante en obras de Iván Turguénev, que son las que está leyendo el protagonista, ya sabemos su gusto por lo clásico, en su hija vemos gustos más modernos, después de no haber disfrutado de la lectura que le hizo su padre de Los Miserables.
El título de la novela hace mención al personaje de un cuento de hadas que mata a sus esposas y las encierra en una habitación de su castillo.
Buen cierre para una buena trilogía que disfrutarán los amantes de la novela negra y de la buena escritura.

Una historia ridícula. Luis Landero

 La novela ha sido publicada en el año 2022.

El protagonista de la misma, y a la vez narrador, es Marcial, Marcial Pérez Armel.
La historia nos la cuenta el protagonista animado por el doctor Gómez, al que sólo conocemos por las referencias que de él hace el narrador.
Marcial es un personaje bastante peculiar. No tiene estudios, su formación es autodidacta, algo de lo que se siente orgulloso. Tiene un alto concepto de sí mismo, pero a la vez vive lleno de dudas y resentimientos, de lo que podemos deducir baja autoestima, miedo a "hacer el ridículo", estar sujeto a la valoración de "los otros". De ahí saca uno de sus variados lemas: "Estar a la altura de las circunstancias", que compagina con el consejo que, según él,  le dio su padre antes de morir: "No des que hablar".
Su formación la forja en libros de consulta donde conoce bastantes curiosidades, anécdotas y rarezas, que utiliza para atraer la atención de las personas que se reúnen en grupo. De aquí sacamos otro de sus pensamientos: "prefiero saber poco de mucho que mucho de muy poco”.
En la actualidad trabaja en un matadero en el que ha progresado desde matarife hasta llegar a ser jefe de planta.
Nos va a ir dejando reflexiones "filosóficas" sobre sus pensamientos, de forma disgregada, como si estuviera continuamente divagando, siendo consciente de ello y conminándose a centrarse en la historia que quiere contarnos; mezclando a veces diálogos que supuestamente mantiene con el doctor Gómez e incluso con los lectores.
En esas reflexiones, nos mostrará sus conceptos, forjados desde la niñez, sobre la ofensa, el odio, el perdón, los agravios, las ofensas, las disculpas y los duelos como reparación, el placer, el olvido, la envidia, la hipocresía, el amor, las apariencias,... 
Marcial no cree en Dios desde pequeño, pero cree poseer una fuerza interior sobrenatural, que sólo aparece de vez en cuando y que utiliza contra aquellos de los que recibe algún daño, burla o agravio.
Nos ilustra con algunos ejemplos sobre el odio, llegando a pensar que se establece  una necesidad de la persona odiada, creyendo fielmente en el binomio amor-odio.
Nos muestra también algunos ejemplos de su odio a primera vista: la mesonera, el presidente de su comunidad, la tía y la doncella de Pepita,...
Se define como un hombre que practica la exactitud, el rigor, la responsabilidad, el compromiso, es decir, un hombre serio, por eso, es muy dado a resaltar frases o ideas y para ello utiliza varias expresiones, como: "Yo no hablo nunca en vano", o "Repito, yo sé de lo que hablo", o solamente "Repito", volviendo a decirnos lo mismo, para dejarlo afianzado, aportando cierto grado humorístico al no ser contenidos de gran enjundia.
Después tenemos al otro personaje de peso de la novela, Pepita (como él la llama, aunque después descubrirá otros nombres con los que la nombran sus allegados), Pepita Núñez de Ayala, de la que quedó prendado a primera vista en una cata en la que coincidieron.
Pepita pertenece a una clase superior, media-alta, su padre es magistrado, su madre licenciada en Literatura, su tía licenciada en Lenguas Clásicas, su hermano estudiará Medicina o Veterinaria, ella licenciada en Arte, aunque lo que le gusta es pintar y dibujar.
Nos encontramos a primera vista con un amor imposible, dadas las palpables diferencias culturales-sociales entre los amantes. Pero Marcial enmascarará su currículum presumiendo de las cualidades que le aportan su formación autodidacta, de su originales ideas filosóficas, de su deslumbrante oratoria y su riqueza léxica; y se presentará como escritor y filósofo, con el fin de poder asistir a las tertulias que periódicamente se organizan en la vivienda familiar.
En un intercambio de trabajos, conoceremos un cuento que escribió en su etapa escolar, Mi pequeña fauna, totalmente absurdo, que nos recuerda algo a Kafka, y que ella elogia. Será su carta de presentación el día que acuda a la tertulia.
Su enamoramiento cambiará totalmente su vida, se siente romántico, trastocará todas sus relaciones anteriores, incluso sus manías, perderá la serenidad del alma, la confianza en el futuro, se le apagará la llama de la inteligencia y se anulará el instinto del sentido común. Todo se convierte en incertidumbre, miedo, oscuridad y obstinación. Le surgen dudas de si estará a la altura de ella. Y con su orgullo herido se pone como meta acudir a la tertulia en casa de Pepita,  darse a conocer, exponer sus firmes ideas, dar lectura a su cuento, al que ha dado algunos retoques, y  mostrarse dispuesto a competir con los otros pretendientes.
Cuando llega ese momento, y es invitado a la tertulia, vuelven a aflorar todos sus temores, las dudas, el sentimiento de honor y de pérdida, el sentido del ridículo,...
Marcial llegará al final de la historia que quería contarnos, a su manera, desde el principio, después de perderse por infinidad de vericuetos, regresando y fijándose en detalles nimios, volviendo a tomar el hilo y disgregándose entre sus reflexiones y sus manías, pero dándola al fin por cerrada en la visita a casa de Pepita.
El autor, extremeño, deja el sello de su origen en varios personajes de esa tierra y con la mención a algunos productos típicos de su gastronomía.
El autor ha creado un personaje simple, con una gran imaginación, que lo lleva incluso a creerse poseedor de poderes mágicos, que con sus reflexiones sobre diversas ideas que arrancan en las humillaciones sufridas en su infancia, y alimentadas posteriormente por el rencor y el odio, nos conducen generalmente al absurdo, pero al expresarlas con esa solemnidad, un buen léxico y una buena sintaxis, nos lleva a situaciones humorísticas, dando sentido al título de la obra.
Una buena obra para disfrutar su lectura.

sábado, 2 de julio de 2022

Homenaje a Norman Bethune

El viernes 1 de julio, se llevó a término la propuesta de la Asociación Cultural "Ben-al-Arte" al Pleno del Ayuntamiento de Benalmádena, realizada en el mes de mayo de 2021 y aprobada por la mayoría de ediles de la Corporación. 

En esa propuesta se solicitaba homenajear al médico canadiense Norman Bethune, que tuvo una destacada intervención en los acontecimientos acaecidos en la carretera Málaga-Almería, en febrero de 1937, conocida como "La Desbandá", designando con su nombre una de las rotondas céntricas del municipio. La elegida es la situada entre la confluencia de Avda. de la Constitución con la Avda. Federico García Lorca.

En el acto de descubrimiento de la placa que sirve como homenaje participaron el concejal de Cultura, Pablo Centella, el Presidente de la Asociación Cultural "Ben-al-Arte", José Manuel Portero, el cónsul de Canadá en Málaga, Carlos Lamothe y el Alcalde de Benalmádena, Victor Navas, así como numerosos miembros de la Asociación y vecinos del municipio.


El Presidente de la Asociación Cultural "Ben-al-Arte", José Manuel Portero, puso en valor el trabajo del homenajeado a través de estas palabras:

Sr. Cónsul, Sr. Alcalde, Sr. Tte. de Alcalde, estimados amigos. Para mí, como presidente de la Asociación Cultural Ben-al-Arte, es un placer, además de un inmenso honor, tener el privilegio de compartir estos minutos para homenajear con la nominación de esta rotonda a un hombre valiente, altruista y generoso, como lo fue el canadiense Norman Bethune.

Fue hace algo más de un año, cuando en nombre propio y de mi Asociación, propusimos al Pleno del Ayuntamiento de Benalmádena que estudiara la conveniencia de realizar el acto que en estos momentos estamos celebrando. Me congratulo del mismo, a la vez que doy las gracias al Sr. Alcalde con el ruego de que traslade al resto de la Corporación nuestra gratitud.

Hay actos, como este en el que nos encontramos, que tienen como finalidad expresar el reconocimiento a un personaje ejemplar, pero, a la vez, esto redunda en el sujeto activo del homenaje, es decir, en el propio Ayuntamiento, que no es otro más que la ciudadanía de Benalmádena, por encima de cualquier ideología o confesión política que se tenga.

Norman Bethune fue una figura ejemplar, como médico y como ser humano. En octubre de 1936 deja su cómodo puesto de Jefe de Servicio del Hospital Sacré-Coeur, en Montreal, y se dirige a España para trabajar durante la Guerra Civil como médico voluntario de las Brigadas Internacionales.

Organizó el servicio móvil de transfusión de sangre del ejército republicano en el frente de Madrid, Valencia y Barcelona, con una novedosa técnica, inventada por Bethune, que con unidades móviles, permitía hacer transfusiones prácticamente en la propia línea del frente. Con este objetivo se trasladó desde Valencia hacia el frente sur.

El domingo 7 de febrero de 1937 miles de malagueños, hombres, mujeres y niños inician una huida en desbandada que les permitiera escapar de las amenazas que el Jefe del Ejército del Sur había anunciado a través de la radio, para cuando sus fuerzas tomaran la ciudad de Málaga.

La población civil huye despavorida hacia la única salida posible, la carretera de Almería, iniciando una marcha de doscientos kilómetros, sin más medios que sus propios pies. A lo largo del camino sufrirán los bombardeos de los navíos rebeldes, que se encuentran a corta distancia de la carretera que bordea la costa. Igualmente, las aviaciones nacional y alemana realizarán ametrallamientos desde el aire a la indefensa población, causando un elevado número de víctimas.

En el límite de la provincia granadina con la de Málaga, Bethune y sus dos compañeros se van encontrando con la columna de fugitivos que huyen despavoridos. Les dejan traumatizados por el horror de lo que ven: madres desamparadas con bebés en sus regazos, regueros de civiles caminando casi desfallecidos, niños aterrorizados que huyen descalzos y perdidos de sus padres, muertos y heridos en las cunetas… El panorama era desolador.

Bethune decide desalojar el equipamiento médico que portaba la ambulancia y subir al mayor número posible de fugitivos, trasladándolos hasta Almería. Durante varios días, con sus respectivas noches, sin descanso, poniendo en riesgo sus vidas por el fuego enemigo, Bethune y sus dos ayudantes estuvieron transportando a los más desvalidos desde aquella carretera hasta la ciudad de Almería.

Esta traumática experiencia le llevaría a escribir su relato «El crimen de la carretera Málaga-Almería». Las fotografías que acompañan el relato, realizadas por Sise, mostraban el horror de la guerra en toda su crudeza, en personas desvalidas. Esas fotografías y el librito, serán los únicos testimonios reales vividos por testigos de la época de la que fue, posiblemente, la mayor tragedia de la Guerra Civil. Pero, curiosamente, quedó desconocida, olvidada, en la desmemoria interesada de autoridades y cronistas de la época, y el miedo de los propios supervivientes a rememorar el pasado.

De no haber sido por el esfuerzo y trabajo del investigador Jesús Majada, que hace poco menos de dos décadas rastrea la pista de Bethune y se desplaza a Canadá para conocer mejor las fuentes del personaje, posiblemente el nombre de Bethune, de sus dos compañeros, Sise y Worsley, y del mismo hecho dramático que fue “La Desbandá”, apenas hubiera sido conocido como lo es ahora. Gracias, Jesús Majada, por ese trabajo.

Para finalizar, decir que Norman Bethune es uno de esos personajes que debieran tener cabida en el currículum escolar y servir de modelo a la juventud por los valores que demostró a lo largo de su vida: como estudioso e investigador, por su dedicación profesional, por su altruismo, generosidad, y posicionamiento a favor de los desvalidos, que le llevó a los límites de entrega generosa, tanto, que dio su vida, poco tiempo después de su acción heroica en Andalucía.

Antes de morir, dejó escrito:

«España es una herida en mi corazón. Una herida que nunca cicatrizará. El dolor permanecerá conmigo, recordándome siempre las cosas que he visto...»

Enhorabuena, señor cónsul, por tener como compatriotas a hombres como Norman Bethune.

Muchas gracias a todos.


Texto de la placa en homenaje a Norman Bethune


Algunos miembros de la Asociación con los intervinientes