Novela publicada en el año 2022. Tercera entrega de la trilogía Terra Alta.
El protagonista sigue siendo Melchor Marín, ex-mosso d´esquadra que ahora es el bibliotecario del pueblo en el que vive, Gandesa.
Su hija Cosette ha cumplido 17 años, una edad que empieza a ser conflictiva. A esto se une que, a través de unas compañeras de instituto, ha conocido la forma en la que realmente murió su madre. Algo que su padre nunca quiso hacer para intentar evitarle un sufrimiento añadido a la pérdida.
Esta situación los lleva a una fuerte discusión y a que ella se embarque con su amiga Elisa para pasar unos días en Mallorca, previos a la Semana Santa.
Pasados los días previstos, Melchor se acerca a la estación a recogerlas, pero sólo vuelve Elisa. Cosette ha decidido pasar unos días más en la isla y además no quiere que su padre mantenga ningún tipo de contacto con ella, pues lo toma con un periodo de reflexión.
Melchor, que lleva ya cierto tiempo conviviendo con Rosa, dueña de Gráficas Adell, aunque viviendo cada uno en su casa, comparte con ella la situación, pero ella le resta importancia a la preocupación de Melchor, cree que estuvo bien lo que hizo y que el tiempo y una futura conversación entre padre e hija pondrá las cosas en su sitio.
Melchor intenta entrar en contacto con su hija a través del móvil, pero no lo consigue.
Pasados los días, Cosette no vuelve y el protagonista, con su olfato de policía, se teme lo peor, que ha desaparecido.
Lo primero es denunciar y que la policía empiece a actuar. En Pollença, lugar de la desaparición, la responsabilidad es de la Guardia Civil, lo que dificulta las primeras actuaciones.
Melchor, desoyendo los consejos de sus excompañeros, se desplaza a Mallorca. Visita el hotel en el que se hospedaba Cosette y corrobora la desaparición, visita al sargento, jefe de la Policía Judicial en Pollença, que le da la impresión de poco interés y de dejadez y le aconseja que se vuelva a su casa y los deje trabajar.
Los nervios le pueden. Al día siguiente tiene un encontronazo con el mismo sargento y se va al juzgado para acelerar las pesquisas. Nada puede hacer. Empieza a indagar por su cuenta con la ayuda de los excompañeros catalanes.
Viviendo pendiente del móvil, recibe un correo anónimo en el que le instan a que se ponga en contacto con un personaje desconocido. Después descubrirá que es Damián Carrasco, un guardia civil expulsado del cuerpo por colaborar con un cartel de la droga en la isla, a pesar de disponer de una impecable hoja de servicios.
En una recóndita casa medio oculta en un bosque vive este personaje que lo pone al día de su historia personal y de sus investigaciones. Le habla de Rafael Mattson, un personaje de fama pública reconocida, rico, famoso, poderoso y también altruista, pero que él considera como un depredador sexual de menores que pasan por la isla, que vive en una fortaleza-bunker en Formentor, que tiene comprados a la mayoría de las autoridades y funcionarios de la isla y a dirigentes de otras partes del mundo, mediante chantajes, y que posiblemente se halle implicado en la desaparición de su hija.
Tras salir del encuentro con el ex-guardia civil, es secuestrado y aparece en casa de Mattson, que le informa que es cierto que su hija ha estado en su casa con una amiga, que ha sido bien tratada y que en ese momento se encuentra de vuelta en el hotel, algo que Melchor comprueba como cierto.
De vuelta a Terra Alta, Cosette sigue sin querer salir ni hablar con nadie. Empieza a visitar a una psicóloga que diagnostica que ha sufrido abusos y le aconseja a su padre que la interne en una clínica especializada. Rosa le ayuda a sufragar los costosos gastos. Los avances son lentos.
Melchor duda entre la denuncia, que volvería a exponer a Cosette y su salud psicológica, o poner en marcha un plan ilegal que le había propuesto el ex-guardia civil para desenmascarar a Mattson. También bastante costoso.
Para poner en marcha el plan tiene que vencer bastantes reticencias, empezando por Rosa, tocando a compañeros con los que había roto relaciones, otros que hacía tiempo que no veía, a policías jubilados y en activo, de diversos departamentos,...; un puzzle de muy difícil encaje, que además ha organizado un personaje ajeno a ellos y del que alguno duda de sus facultades mentales y de su situación legal.
El ex-mosso sigue con la actitud que lo caracteriza, ya vista en las dos anteriores entregas, que tiene su propio código de justicia.
La parte final nos garantiza acción y sorpresas, como definen a una buena novela negra.
La obra nos remite a hechos de las dos obras anteriores, para comprender algunas acciones de esta.
Se nombran a otros escritores relacionados con los hechos, como el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, vuelve a nombrarse el propio autor haciendo referencia a la propia trilogía en la que habla del mosso protagonista de la misma, que por lo visto todos han leído menos el propio Melchor.
La obra exalta el sentido de la amistad que a veces está por encima de los impedimentos legales y lógicos.
El autor nos vuelve a deleitar con biblioteca, libros y lecturas, en este caso se centra bastante en obras de Iván Turguénev, que son las que está leyendo el protagonista, ya sabemos su gusto por lo clásico, en su hija vemos gustos más modernos, después de no haber disfrutado de la lectura que le hizo su padre de Los Miserables.
El título de la novela hace mención al personaje de un cuento de hadas que mata a sus esposas y las encierra en una habitación de su castillo.
Buen cierre para una buena trilogía que disfrutarán los amantes de la novela negra y de la buena escritura.
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