viernes, 22 de mayo de 2020

Son de mar. Manuel Vicent

El Club de Lectura "Ben-al-Arte" tiene programado para el próximo mes de junio la lectura de la novela Son de mar, de Manuel Vicent.

Debido a las circunstancias que vivimos y que nos impide en este momento reunirnos al grupo al completo, no se ha fijado día de reunión, por si a lo largo del mes de junio hubiera posibilidad de hacerlo. De no ser así, podremos hacer los comentarios a través de correo electrónico. Ya se informará debidamente.


martes, 19 de mayo de 2020

Club de Lectura. Mayo 2020

La reunión del Club de Lectura "Ben-al-Arte" del mes de mayo, para comentar la novela Irlanda, de Espido Freire, no se ha podido celebrar de manera presencial debido al confinamiento producido por el estado de alarma. De esta forma las aportaciones de algunos lectores se han realizado por correo electrónico.
Aquí os dejo el resumen y las opiniones de estos lectores.

La novela plantea el siguiente argumento: Natalia, la narradora, una joven adolescente, tímida, introvertida, sensible, triste, familiar, que inspira una enorme ternura, acaba de perder a la hermana que la sigue en edad, pues tiene otra aún más pequeña, debido a una enfermedad degenerativa, va a pasar el verano con sus primos, Irlanda y Roberto, que no comparten ningunas características con ella pues son “guapísimos”, “superencantadores”, “riquísimos”,…, en una casa de campo que ha pertenecido anteriormente a la familia y que sus tíos, los actuales propietarios, quieren adecentar, pues no aguanta el paso del tiempo, para poderla vender a un buen precio, que es a lo que se dedica su tío.
En esa tarea los acompañará un amigo de Roberto, Gabriel, que reúne casi las mismas características que él. Y otras dos amigas de su prima, Irlanda, que estarán sólo los primeros días. Estas son bastantes parecidas a ella pero totalmente sometidas a sus designios y caprichos.
Los dos personajes principales son prácticamente antagónicos tanto en los comportamientos como en el carácter: Natalia es una niña inocente, tímida, vive rodeada de plantas y herbarios, encerrada en su solitario y fantástico mundo interior que ella misma construye, en el que se refugia y la condiciona en las acciones que realiza. Pugna por salir de ese mundo de niña para entrar en el de mujer. Todos esos intentos son contrarrestados por Irlanda, una joven bella, astuta, madura, soberbia, perversa, autoritaria, conocedora de sus encantos y que destroza sistemáticamente todos los intentos de Natalia por salir de su mundo fantástico.
En el primer encuentro de la familia y amigos las relaciones son buenas. Con el paso del tiempo iremos viendo como esa convivencia se va deteriorando.
La obra no entra en detalles concretos: no sabemos su acotación en el tiempo, sólo sabemos que es en verano pues los alumnos no tienen clases y están de vacaciones; no nos sitúa en un lugar definido, nos dice que es una casa en el campo cercana a un pueblo; no sabemos de qué ha muerto la hermana de la protagonista,…
Aparece la rivalidad femenina en varias vertientes: entre ellas, para ver quién es más…; y otra para ver quién es capaz de conseguir el amor, o la atracción de alguien del sexo masculino.
Vemos la competición, rallando la crueldad, del personaje poderoso con los más débiles, de los que espera sumisión, obediencia, agradecimiento continuo, loas inacabables,…
La muerte está presente desde el principio de la novela, tanto de personas, animales o plantas.
Toda la novela rezuma tristeza, quizá la frase que podría resumirlo es esta:
“Los niños dejan de serlo al contacto de la enfermedad y la muerte. Es triste la niñez en las proximidades de la muerte”.
El ambiente que envuelve la novela, a pesar de referirse a la estación estival, es oscuro, frío, lluvioso, con poca claridad, aparecen mayoritariamente los atardeceres en lugar de los amaneceres, incluso encienden la chimenea a pesar de estar en verano.

La obra ha gustado a todos los que la han leído. Aunque alguna lectora opina que es una novela para adolescentes femeninas románticas y soñadoras, algo egocéntricas.
A alguno el título le ha parecido original. Y otra se pregunta si Freire es admiradora de Jane Austen.
Se lee con facilidad aunque su argumento es sórdido y siniestro.
El centro de la novela es el enfrentamiento de las dos primas, a veces insoportable, como si se tratara de una moderna adaptación de un cuento infantil: Natalia sería la bondad y la inocencia contra Irlanda, la maldad, la falsedad, la hipocresía y la mentira, como si fuera una bruja mala.
Para otros, Irlanda parece luz y alegría. Natalia sombra y envidia.
Al principio resulta un poco lenta. Hacia la mitad la novela se vuelve más interesante hasta llegar al tremendo final. Una novela que ha ido de menos a más.
Resulta un poco extraño que los padres dejaran solos a un grupo de adolescentes con el pretexto de “arreglar un viejo caserón”.
Otra cosa que me llama la atención es que tan pronto hace mucho calor como hay mucha humedad y frio. Aunque no se dice el lugar donde acontece, imagino que se trata de algún pueblo en el norte de España, quizá Galicia. También por las referencias a viejas historias celtas.
A alguna lectora le ha pasado algo curioso, pues le ha costado mucho imaginarse los diferentes sitios donde se desarrolla la historia, la casa de Natalia, y más aún esa gran casa de campo. Pero sobre todo los personajes, no ha terminado de ponerles cara ni cuerpo.
Poco a poco  se va intuyendo  cómo la sensible Natalia va dejando pequeñas pistas. La envidia, muy bien disfrazada, la corroe y la lleva a extremos de frialdad y crueldad que hacen  que despierte en ella todo el odio acumulado y más cuando el amigo de ambas, Gabriel, prefiere a Irlanda en vez de a ella.
Se muestra tan cándida con su otra hermana pequeña y tan sensible con su colección de flores secas, que te descoloca cuando se muestra tan agresiva y despiadada con quien se cruza en su camino y  no cumple sus expectativas.
La lectura de la novela mueve a tener varios sentimientos, primero de pena por la pérdida de la hermana, luego esa pena por ella misma al verla triste cuando la mandan sola a la casa de campo, más aún al ver como la tratan sus primos y las amiguitas de Irlanda. Y al final era Natalia la que tenía los sentimientos más oscuros.
Se mezclan muchos sentimientos encontrados: amor y celos, inocencia y crueldad, vida y muerte. La gran sorpresa del final deja en shock.
El final es imprevisible, inesperado y sorprendente, casi increíble al ver como se ha desarrollado la novela. Nos recuerda el dicho popular que nos dice que las apariencias engañan. Alguna lectora sí lo intuía.
La escritora  muy sutilmente te lleva de lo tierno a lo macabro.
Después de terminar la novela se entiende que no se trata de una novela “infantil” o “juvenil” sino de un oscuro relato sobre la envidia y maldad humana.

sábado, 16 de mayo de 2020

El hombre que amaba los perros. Leonardo Padura

El hombre que amaba los perros, del escritor y periodista cubano Leonardo Padura, fue publicada en el año 2009.

El título surge de  un relato de Raymond Chandler que lee el personaje principal y que aparece al principio de la historia.
La novela contiene la vida de tres personajes que en principio no tienen nada en común, pues además viven tres países distintos, con diferentes edades y distintos intereses, pero que acabarán confluyendo.
Iván Cárdenas, pasa de ser una promesa de las letras cubanas a ser maltratado, golpeado y marginado por la censura de su país (Cuba). Es el narrador en primera persona que va a dar pie a las otras historias.
Ramón Mercader. Proveniente de una familia catalana burguesa, después de su paso por Francia siendo un jovencito, vuelve a España  y acaba en el Partido Comunista al principio de la guerra civil. Aparece con varios nombres  y diversas personalidades a lo largo de la novela. 
Liev Davidovich, Trotski. Político y revolucionario ruso, compañero de Lenin en la Revolución Rusa. Aparece en la novela desde el momento que es expulsado al exilio por Stalin en 1929, recorriendo varios países, Turquía, Francia, Noruega, hasta acabar en México.
Con la vida de cada uno de estos personajes se podrían construir tres novelas independientes.
En 1977, Iván tiene un encuentro fortuito, en una playa, con Jaime López, un hombre misterioso, español, residente en Cuba desde 1974, proveniente de la Unión Soviética donde se había refugiado tras la guerra civil. Padece una extraña enfermedad, visita la playa con dos galgos rusos y bajo la custodia de un personaje silencioso. De este encuentro  surgirá la trama de la novela, pues Jaime empieza a hacerlo partícipe de una historia que le ha transmitido el mismo Ramón Mercader, pero con el compromiso de mantenerla en secreto. Esta se irá ampliando con los sucesivos encuentros en el mismo lugar.
La historia que le narra es el entrenamiento y la preparación al que lo dirigentes soviéticos someten a Ramón Mercader para convertirlo en el asesino de Trotski.
La vida de los tres personajes se van intercalando a lo largo de la obra. Iván habla en primera persona y la de los otros dos aparece en tercera persona. Y a partir de ellas vamos a conocer las sociedades en que se desenvuelve cada uno y un hecho histórico.
Las vidas de Trotski y Mercader transcurren de forma paralela, a veces nos presenta el mismo hecho desde los dos puntos de vista, rodeadas siempre de un halo dramático.
A través del éxodo de Trotski vemos la deriva dictatorial de Stalin, convertido en un personaje todopoderoso, que decide sobre la vida y la muerte de millones de personas, manipulando todo lo necesario  para ir eliminando a todo el que interponga ante sus intereses, llegando incluso a cambiar los hechos históricos. Su objetivo último es eliminar físicamente a Trotski.
A través de la vida de Mercader conocemos los avatares y el desarrollo de la Guerra Civil Española y posteriormente la II Guerra Mundial. Seguimos las transformaciones operadas en él, por medio de las manipulaciones de su madre y otros miembros del aparato comunista, hasta convertirlo en un fanático seguidor de Stalin, y listo para llevar a cabo la venganza contra Trotski.
A través de Iván vemos el fracaso del proyecto cubano (y el ruso) en el Periodo Especial, entrando de lleno en la forma de operar y en las consecuencias, haciendo hincapié en el trato a la cultura y a los creadores, destruyendo los sueños de la creación de una sociedad igualitaria, convertida en una dictadura donde se castiga la disidencia y se vigila a los ciudadanos. Iván pierde la esperanza de vivir en Cuba al ser víctima de marginación social y de la censura. 
Los tres personajes tiene en común que aman los perros, que podían ser símbolos de inocencia y fidelidad.
Es una novela que nos habla de derrotas ante el poder, pérdidas profundas, diversas y algunas definitivas, acompañadas de un sentimiento de desilusión, principalmente política, de desengaños y de miedos.
Para hacer la novela verosímil aparecen hechos históricos y personajes reales.
Los personajes están magníficamente perfilados, con una prosa rica, poética, melancólica, reflexiva y estimulante, fácil de leer.
Una gran obra que merece la pena leer.

viernes, 15 de mayo de 2020

Fallece Juan Genovés

Hoy, 15 de mayo de 2020, ha fallecido Juan Genovés, pintor valenciano, comprometido antifranquista, conocido por ser el autor de la pintura El abrazo, que, aunque en un principio la confeccionó para pedir la libertad de los presos políticos, terminó utilizándose como símbolo de la transición española de la dictadura a la democracia, representando la reconciliación a la que aspiraban todos los ciudadanos en esos momentos. Posteriormente se usó para pedir la amnistía y acabó cedida a Amnistía Internacional para pedir la amnistía en todo el mundo y distribuyéndose miles de carteles. Decía el autor que esa pintura ya no le pertenecía  a él sino que esa imagen pertenecía ya a todo el mundo. 
En la actualidad se encuentra expuesto en el Museo Reina Sofía de Madrid.



Utilizando dicho cuadro como modelo, se realizó un grupo escultórico como homenaje a los tres abogados laboralistas, un estudiante y un administrativo, asesinados por un comando ultraderechista en un bufete de Comisiones Obreras y el Partido Comunista situado en la calle Atocha, en enero de 1977.
Dicha escultura se encuentra en la Plaza Antón Martín, en las confluencias de la calles Atocha y Magdalena, muy cerca del inmueble en el que se encontraba dicho bufete.


¡Descanse en paz!

lunes, 4 de mayo de 2020

Ordesa. Manuel Vilas

Este libro de Manuel Vilas, Ordesa, publicado en 2018, fue considerado el mejor libro del año por el suplemento Babelia de El País.

Más que una novela se puede considerar un libro de memorias. Es el propio autor quien nos va narrando retazos de su vida usando para ello su propia memoria. Nos llegan oleadas de recuerdos que percibimos de una manera difusa, pues los hechos narrados recoge estampas de su vida, y la de sus familiares próximos, sin orden cronológico y en gran variedad de lugares y espacios, con grandes lagunas por carecer de datos y pruebas: fotos, contraste de opiniones, documentos,...

En el contenido, el autor entona un mea culpa por el trato dado a sus padres mientras vivieron, pues aunque reitera el amor que sintió por ellos, y el que él recibió, no se reflejaba en el trato que se daban en sus comportamientos. Es una familia poco dada a los afectos externos.

Sus padres se convierten en el centro de la narración. Su padre era para el autor una especie de héroe al que siempre se quiso parecer y que lo ha dejado marcado en sus pensamientos. Su madre es a quien él más se parece, una persona que sólo vive el presente, sin memoria, sin ubicación precisa, sin amigas duraderas,...

Vilas, al hablarnos de su familia, con emoción y a veces con desgarro, y de sus extrañas relaciones, de la ruptura de lazos; nos mete de lleno en la forma de vida de una familia de clase media-baja entre los años sesenta, setenta y ochenta principalmente. Muchos de los lectores nos sentimos envueltos en la atmósfera de esa época descrita y podemos vernos identificados con los personajes de la trama. 

El libro exuda dolor, tristeza, melancolía, porque el autor siente que ha perdido una oportunidad de haber sabido más sobre sus progenitores, sus familiares anteriores a él, de familiares cercanos; y ahora ve que ese tiempo ha pasado y ya no hay posibilidad. Al momento, la historia se desenvuelve entre lo real y lo ficticio y nos descubre dos opciones: una que se acerca al mundo mágico, y es el camino que queda abierto para que los difuntos vuelvan a visitar a sus hijos (lo que provoca en él los recuerdos); la otra es que el trato que él dispensó a sus padres es el mismo que él recibirá por parte de sus hijos (ya adelantado en una de las frases que pone en boca de la madre).

La palabra que más aparece es muerte, como si el autor nos señalara que ese es el final al que todos hemos de llegar y nos marca lo efímero de nuestras vidas. A veces la ve con dolor pues es una barrera que impide seguir indagando en el conocimiento y en poder compartir el amor que se sienten. En otras ocasiones la trata con cierta comicidad. A pesar de ello, no asiste nunca a ningún entierro, salvando sólo los de sus padres.

Como algo anecdótico, el protagonista pone a sus familiares más cercanos nombres de compositores de fama reconocida.

La obra, antes del epílogo, acaba en el momento en el que él es engendrado por sus padres, volviendo al mundo de la ficción.

Vemos algunos apuntes sobre diversos temas: reminiscencias de la guerra civil con su ola de silencio, la pederastia con silencio y denuncia, la corrupción política, la diferencia económica entre regiones y clases sociales,...

Por último, el color elegido para la portada, el amarillo, representa para el autor el paso del tiempo, el color que adquieren los objetos antiguos. Para otras personas incluso se vincula con la mala suerte, e incluso la muerte.

A pesar de estar considerado como el mejor libro de 2018, no es un libro fácil de leer, por sus saltos narrativos, repeticiones, falta de concreción de hechos reales y abundancia de pensamientos esotéricos. Pero sí mantiene un tono poético alto en bastantes partes del libro, dando lugar a unas memorias muy particulares.