martes, 19 de mayo de 2020

Club de Lectura. Mayo 2020

La reunión del Club de Lectura "Ben-al-Arte" del mes de mayo, para comentar la novela Irlanda, de Espido Freire, no se ha podido celebrar de manera presencial debido al confinamiento producido por el estado de alarma. De esta forma las aportaciones de algunos lectores se han realizado por correo electrónico.
Aquí os dejo el resumen y las opiniones de estos lectores.

La novela plantea el siguiente argumento: Natalia, la narradora, una joven adolescente, tímida, introvertida, sensible, triste, familiar, que inspira una enorme ternura, acaba de perder a la hermana que la sigue en edad, pues tiene otra aún más pequeña, debido a una enfermedad degenerativa, va a pasar el verano con sus primos, Irlanda y Roberto, que no comparten ningunas características con ella pues son “guapísimos”, “superencantadores”, “riquísimos”,…, en una casa de campo que ha pertenecido anteriormente a la familia y que sus tíos, los actuales propietarios, quieren adecentar, pues no aguanta el paso del tiempo, para poderla vender a un buen precio, que es a lo que se dedica su tío.
En esa tarea los acompañará un amigo de Roberto, Gabriel, que reúne casi las mismas características que él. Y otras dos amigas de su prima, Irlanda, que estarán sólo los primeros días. Estas son bastantes parecidas a ella pero totalmente sometidas a sus designios y caprichos.
Los dos personajes principales son prácticamente antagónicos tanto en los comportamientos como en el carácter: Natalia es una niña inocente, tímida, vive rodeada de plantas y herbarios, encerrada en su solitario y fantástico mundo interior que ella misma construye, en el que se refugia y la condiciona en las acciones que realiza. Pugna por salir de ese mundo de niña para entrar en el de mujer. Todos esos intentos son contrarrestados por Irlanda, una joven bella, astuta, madura, soberbia, perversa, autoritaria, conocedora de sus encantos y que destroza sistemáticamente todos los intentos de Natalia por salir de su mundo fantástico.
En el primer encuentro de la familia y amigos las relaciones son buenas. Con el paso del tiempo iremos viendo como esa convivencia se va deteriorando.
La obra no entra en detalles concretos: no sabemos su acotación en el tiempo, sólo sabemos que es en verano pues los alumnos no tienen clases y están de vacaciones; no nos sitúa en un lugar definido, nos dice que es una casa en el campo cercana a un pueblo; no sabemos de qué ha muerto la hermana de la protagonista,…
Aparece la rivalidad femenina en varias vertientes: entre ellas, para ver quién es más…; y otra para ver quién es capaz de conseguir el amor, o la atracción de alguien del sexo masculino.
Vemos la competición, rallando la crueldad, del personaje poderoso con los más débiles, de los que espera sumisión, obediencia, agradecimiento continuo, loas inacabables,…
La muerte está presente desde el principio de la novela, tanto de personas, animales o plantas.
Toda la novela rezuma tristeza, quizá la frase que podría resumirlo es esta:
“Los niños dejan de serlo al contacto de la enfermedad y la muerte. Es triste la niñez en las proximidades de la muerte”.
El ambiente que envuelve la novela, a pesar de referirse a la estación estival, es oscuro, frío, lluvioso, con poca claridad, aparecen mayoritariamente los atardeceres en lugar de los amaneceres, incluso encienden la chimenea a pesar de estar en verano.

La obra ha gustado a todos los que la han leído. Aunque alguna lectora opina que es una novela para adolescentes femeninas románticas y soñadoras, algo egocéntricas.
A alguno el título le ha parecido original. Y otra se pregunta si Freire es admiradora de Jane Austen.
Se lee con facilidad aunque su argumento es sórdido y siniestro.
El centro de la novela es el enfrentamiento de las dos primas, a veces insoportable, como si se tratara de una moderna adaptación de un cuento infantil: Natalia sería la bondad y la inocencia contra Irlanda, la maldad, la falsedad, la hipocresía y la mentira, como si fuera una bruja mala.
Para otros, Irlanda parece luz y alegría. Natalia sombra y envidia.
Al principio resulta un poco lenta. Hacia la mitad la novela se vuelve más interesante hasta llegar al tremendo final. Una novela que ha ido de menos a más.
Resulta un poco extraño que los padres dejaran solos a un grupo de adolescentes con el pretexto de “arreglar un viejo caserón”.
Otra cosa que me llama la atención es que tan pronto hace mucho calor como hay mucha humedad y frio. Aunque no se dice el lugar donde acontece, imagino que se trata de algún pueblo en el norte de España, quizá Galicia. También por las referencias a viejas historias celtas.
A alguna lectora le ha pasado algo curioso, pues le ha costado mucho imaginarse los diferentes sitios donde se desarrolla la historia, la casa de Natalia, y más aún esa gran casa de campo. Pero sobre todo los personajes, no ha terminado de ponerles cara ni cuerpo.
Poco a poco  se va intuyendo  cómo la sensible Natalia va dejando pequeñas pistas. La envidia, muy bien disfrazada, la corroe y la lleva a extremos de frialdad y crueldad que hacen  que despierte en ella todo el odio acumulado y más cuando el amigo de ambas, Gabriel, prefiere a Irlanda en vez de a ella.
Se muestra tan cándida con su otra hermana pequeña y tan sensible con su colección de flores secas, que te descoloca cuando se muestra tan agresiva y despiadada con quien se cruza en su camino y  no cumple sus expectativas.
La lectura de la novela mueve a tener varios sentimientos, primero de pena por la pérdida de la hermana, luego esa pena por ella misma al verla triste cuando la mandan sola a la casa de campo, más aún al ver como la tratan sus primos y las amiguitas de Irlanda. Y al final era Natalia la que tenía los sentimientos más oscuros.
Se mezclan muchos sentimientos encontrados: amor y celos, inocencia y crueldad, vida y muerte. La gran sorpresa del final deja en shock.
El final es imprevisible, inesperado y sorprendente, casi increíble al ver como se ha desarrollado la novela. Nos recuerda el dicho popular que nos dice que las apariencias engañan. Alguna lectora sí lo intuía.
La escritora  muy sutilmente te lleva de lo tierno a lo macabro.
Después de terminar la novela se entiende que no se trata de una novela “infantil” o “juvenil” sino de un oscuro relato sobre la envidia y maldad humana.

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