Novela publicada en el año 2021.
Esta es la tercera novela de Jesús Carrasco, que se dio a conocer con "Intemperie".
La novela recoge una parte de la vida de una familia formada por el padre, la madre (con esa nomenclatura, sólo aparecen los nombres un par de veces), un hijo, Juan (que llevará el peso de la historia) y una hija, Isabel.
Juan, que lleva cuatro años viviendo en Edimburgo (Escocia), regresa al pueblo de Cruces (Toledo) para asistir al entierro de su padre.
Su hermana Isabel, que a su vez vive en Barcelona con marido y dos hijos, bastante enfadada, le echa en cara su desatención, su egoísmo, su falta de contacto con la familia en todo este tiempo, pues es la tercera vez que viene y ni siquiera ha hecho uso del teléfono.
Durante el velatorio, su cuñado le da la noticia de que la madre padece Alzheimer. Después del entierro es su hermana la que le facilita más datos sobre la enfermedad y lo informa además que será él quien deba ocuparse de la madre, puesto que ella tiene que trasladarse a Estados Unidos por motivos profesionales, ya que de ello depende su futuro bienestar.
Tanta información de golpe irrumpe a cámara lenta en el pensamiento de Juan, que tenía pensado volver en una semana a Escocia, y con gran dificultad tendrá que ir asimilando el cambio tan radical que tendrá que dar a su vida a partir de ahora.
En poco tiempo, Juan pasa de la indolencia al asombro y la preocupación, a la asunción del sentimiento de culpa, al dolor y a la perspectiva de tener que asumir toda la responsabilidad de cuidar de la familia. Abandona su idea de volver a Escocia.
Juan empieza a extraer de su memoria recuerdos de su vida anterior en un lugar del que se fue huyendo. Se reencuentra con su fiel amigo desde la infancia, Fermín, con quien tantas cosas compartió; y con Germán, la mano derecha de su padre en todas las actividades que realizaba, considerado uno más de la familia porque carecía de ella y sus afectos los volcaba en ellos. Juan encuentra el cariño en los que lo rodean.
Juan va reconstruyendo su vida anterior con pequeños recuerdos: el concierto de Kiko Veneno, su primera borrachera, sus cigarros infantiles, los baños en el río en vacaciones, su único viaje familiar a Alicante y su estancia en el camping, sus competiciones atléticas, el Renault 4L (cuatro latas) como símbolo de la unión familiar y los viajes en los que cada uno experimentaba su propia libertad.
A Juan no lo habían educado en el amor ni en el afecto, sentimientos que en las familias pobres estaban bastante ocultos. Sus padres eran hijos de la guerra y el hambre, entregados al trabajo como única misión, porque lo importante era el jornal, el sustento, enviar a los hijos a la escuela, poder ir al médico y dejar algo de herencia. No había lugar ni tiempo para el amor. Cuando Juan comunica su partida, la planificación familiar se rompe, el futuro soñado ya no existirá, su padre se rebela y discuten. Y ahora Juan sufre por no haber estado junto a su padre, por no haber podido suturar esa herida, pensando que no ha sido justo con los suyos.
Su hermana Isabel gestiona mejor las emociones, lleva adelante su brillante carrera profesional, su matrimonio, el cuidado y educación de sus hijos y el cuidado de sus padres. Y aunque ha sido dura con los reproches, en el fondo también se atisba un sentimiento cariñoso hacia su hermano.
El autor nos habla de cosas simples y cercanas, como si fueran contenedores de una filosofía de vida, como si encerraran todo el cariño que una persona puede dar y otra recibir: velar al marido, el casero escocés que cuidará del rododendro, el cuidado de su madre con la hortensia, el cuatro latas antiguo, el tubo de plástico que su padre colocó sobre la ducha y que gotea (¿Tortura china?), la ocultación de la esquina rota de la mesa de la cocina, las semillas para la madre, alguien que llena una balda de la nevera con productos que te gustan,...
También vemos la importancia de los silencios familiares, como los que guarda Laika cuando acude para ser acariciada: el que guarda la madre cuando padre e hijo discuten, cuando alguien pregunta o reprocha, cuando ven un programa de televisión,... El lector deberá poner su granito de arena e intuir muchas de las cosas que no se cuentan.
El autor sigue fiel a sus ideas de mostrarnos el paisaje real en su crudeza, la intemperie, las costumbres del pueblo en la parafernalia del duelo, con el papel de hombres y mujeres,...
La novela está narrada desde una sobria tercera persona omnisciente, utilizando un lenguaje claro, sencillo, salpicado de alguna palabra culta, técnica o del ámbito familiar que sirven sólo para estimular la memoria pero que no tendrán una continuidad futura; de una prosa bastante sensorial, de alto nivel metafórico y a veces poético, sin grandes adornos, haciendo poco uso de los adjetivos, pero manteniendo un buen ritmo hasta el final.
El título del libro nos muestra el valor de casa, no como lugar físico, sino como la palabra que encierra entorno familiar, cariño, recuerdo; algo que podemos comprobar al final de la novela.
Es muy acertado los nombres elegidos para nombrar a las dos vecinas: Dolores y Angustias.
Jesús Carrasco nos deja una novela familiar que nos muestra de forma brillante el conflicto de dos generaciones, la que luchó por salir adelante y transmitir un legado, y la de sus hijos, que necesitan salir y alejarse en busca de su propio lugar en el mundo. ¿Qué esperan los padres? ¿Qué están dispuestos a dar los hijos? ¿Dar lo que necesita o dar lo que se merece? Preguntas que posiblemente también se plantee el lector de la novela.
El autor realiza un retrato psicológico y de introspección con los personajes, principalmente Juan, verdaderamente formidable, estando sometidos a la toma de decisiones fundamentales y rápidas cuando la vida los pone contra las cuerdas. Todo incrustado en un cuadro social absolutamente verosímil y reconocible, realista y cotidiano, tratado además con sensibilidad y delicadeza.
El relato es tan creíble, que ¿Qué lector no se ha visto reconocido en cualquier acción de los personajes, o no ha recordado algún objeto o producto de los que se mencionan a lo largo del relato?
Extraordinaria novela para hacernos reflexionar sobre temas variados, con esa simpleza y profundidad a la vez que maneja el autor.
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