Este es el segundo título de los Episodios Nacionales. Fue publicado en el año 1873.
Gabrielillo ha huido a Madrid, pues no quiere entrar al servicio de su primer amor, Rosita, y su flamante marido.
Allí trabaja como criado de una actriz y posteriormente de una condesa.
En la obra van a aparecer dos planos: en uno veremos a grandes figuras reales de la Corte del momento y de la Historia. En un plano inferior conoceremos a personajes corrientes de la vida madrileña.
Galdós nos va a mostrar las grandes inquietudes que vive la sociedad madrileña en los preludios de la Guerra de la Independencia. Existe una gran incertidumbre y una gran desconfianza en la clase dirigente.
Carlos IV ostenta el poder, pero todos saben que quien gobierna es Godoy, también llamado el Príncipe de la Paz, favorito del rey, o de la reina.
Después tenemos al príncipe Fernando, heredero al trono y futuro rey Fernando VII.
Tanto los miembros de la Corte, como la población, se dividen en partidarios de uno o de otro. Y en medio tenemos a Napoleón, dedicado a invadir Europa. Entre sus objetivos está invadir Inglaterra. Para ello necesita apoderarse de Portugal con la ayuda de España y por eso en el Tratado de Fontainebleau acuerda repartirla en tres partes: una para Francia, otra para España y otra para Godoy.
Con el pretexto de invadir Portugal se permite la entrada de las tropas francesas en España, algo que crea controversia, miedo y tensión entre la población, no muy amante de las relaciones con Francia, y se presta a variadas interpretaciones: unos creen que Napoleón viene a apoyar a Godoy para mantenerlo en el poder y desalojar a la familia real; otros creen que viene a destituir a Godoy, que cae mal a la gran mayoría de la población, y apoyar al príncipe heredero; otros creen que con la excusa de la invasión de Portugal aproveche para apoderarse también de España.
Con esta situación de fondo tiene lugar el Proceso de El Escorial, donde está reunida toda la clase política, en el que se descubre una conjura para que el Príncipe Felipe ocupe el trono. Aquí sigue la división de opiniones: unos achacan al heredero las ansias de llegar al poder y otros a las maniobras de Godoy para eliminar al príncipe del camino a la sucesión.
Lo que queda al descubierto es la corrupción imperante entre los cortesanos y sus posicionamientos en ese enfrentamiento, la desidia y la indiferencia del rey al que sólo interesa la caza, los trapicheos de la reina, las intrigas del príncipe y los manejos de Godoy.
En la parte no histórica, Gabriel va a conocer a Inés, una modistilla, de la que se enamora y la que le hace poner los pies en la tierra con sus comentarios a las ideas de futuro que este le propone.
La condesa, su mentora, y a la que presta servicios, lo quiere introducir en el mundo del espionaje y la intriga, que le servirá para prosperar política y socialmente. Este cree que esa propuesta va en contra de sus ideas y de su honor y abandona su compañía, aunque antes la trata con sus mismas armas. Aquí empezamos a ver como el personaje empieza a abandonar la niñez y empieza a entrar en la juventud al ir adquiriendo madurez en sus razonamientos y actitudes.
En este capítulo vemos como Galdós nos muestra el mundo del teatro en varias facetas: con la representación de la obra de Moratín, "El sí de las niñas", donde vemos los usos y costumbres que tenían lugar en los teatros de la época, y podemos ver una opinión de Galdós sobre este autor: nos enseña la precariedad en la que viven los creadores, sin ningún apoyo económico, pasando hambre (no muy alejado del presente); también nos muestra una representación teatral en casa de una marquesa en la que Galdós juega con una versión de la obra "Otelo, el moro de Venecia" y la coincidencia con el drama real de un triángulo amoroso entre los actores (celos); también aparecen muchos títulos de diversas obras de distintos autores en la primera parte de la obra.
Como contraposición a los personajes reales, aparecen otros personajes de la vida social con una serie de comentarios mucho más sensatos que el de los cortesanos, como los que realiza Paco Chinitas, amigo de Gabriel, buen analista de la realidad a pesar de pertenecer a la clase trabajadora, pobre y analfabeto.
Galdós utiliza un vocabulario sobre las prendas de la moda del momento y la evolución que han sufrido.
Al final del episodio nos deja Galdós un dato sobre un secreto que tiene uno de los personajes y que puede guardar relación con Inés. Nos recuerda los folletines por entregas.
Una delicia leer a Galdós con esa prosa tan rica y poética.
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