sábado, 3 de octubre de 2020

Señora de rojo sobre fondo gris. Miguel Delibes


La novela fue publicada en el año 1991.

Un pintor, que atraviesa horas bajas en su creación, comenta a una de sus hijas, mediante un monólogo, las vivencias mantenidas junto a su esposa, y madre  de ella, hasta su muerte.

La protagonista de la obra la identificamos con la esposa del escritor, también muerta a una edad temprana y parecida, ocurrida sobre las mismas fechas, además los comentarios que van apareciendo en la novela coinciden bastante con los que había manifestado sobre ella en diversos momentos de su vida. Así mismo, la pintura que aparece en la novela, y en la portada de algunas ediciones del libro, que es un cuadro que pintó el viejo pintor García Elvira al que la protagonista cuidaba tras su viudedad, (en realidad fue Eduardo García Benito quien pintó a la esposa de Delibes y cuyo título coincide con el del libro).

Pensamos que cuando alguien tan cercano como una esposa muere pronto y de forma inesperada provoca un vacío y un dolor que lleva a pensar que posiblemente no le dijimos todo aquello que deseábamos, de no haberle transmitido todo el amor que sentíamos por ella, toda la gratitud,..., y esos sentimientos son los que Delibes refleja en esta novela por un personaje interpuesto pero que evoca claramente a su esposa. Hay una frase que pronuncia uno de los personajes de la novela y que es un resumen perfecto para definir a la protagonista: "Una mujer que, con su sola presencia, aligeraba la pesadumbre de vivir".

En la obra se marcan dos ritmos, el primero refleja la vida cotidiana, con sus alegrías y los problemas que van surgiendo; después adquiere otro tono más intimista, más sosegado, más incierto, cuando se descubre la enfermedad que aqueja a la protagonista. Hay un paralelismo entre el malestar que va afectando a la vida diaria de la enferma y el espíritu creador de su marido pintor, que pierde el interés y al que han dejado de visitar "los ángeles".

El título también tiene una simbología, el color rojo, que representa a la mujer, con su carácter alegre, su bien hacer, su optimismo, su energía inagotable, su dulzura, sus ideas claras,...; se resalta sobre el color gris de todo lo que la rodea: su entorno, la sociedad, el fondo opresor de la política, los coletazos del régimen,...

En la obra vemos un claro ambiente político de los últimos años de la dictadura: la hija a la que se dirige el pintor está en la cárcel en espera de juicio por oponerse al recordado proceso 1001, causa seguida contra toda la cúpula dirigente del sindicato CCOO; hace alusión a las torturas contra los detenidos, a la posible amnistía por la pronta muerte del dictador, que ya se encuentra mal de salud,...

Se cuestiona la vida del artista en general al no depender sólo de su talento y su inspiración personal sino que necesita ser influenciado por lo que lo rodea, tener su musa, el aliento del público, los premios,...

Esta obra, que por lo comentado tiene bastante de autobiográfica, no deja de ser un sentido homenaje de Delibes a su mujer, que puso su vida al servicio de su familia, en segundo plano, pero sirviendo de apoyo a su marido y a su prolífica prole. Un acto de amor con mucho sentimiento pero sin sentimentalismos, una obra triste.

Llama la atención ver a un hombre escribir una novela de amor, hecho que normalmente se le asignaba más a la mujer. Como siempre, Delibes no defrauda.

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