La novela está publicada en el año 2016. El origen del título hay que buscarlo en el segundo relato, titulado Mármol, en el que una niña es recriminada por un profesor por no seguir sus instrucciones a la hora de coger el lápiz, haciéndole ver que eso la hace tener mala letra y le marcará el futuro si quiere ser escritora.
La obra consta de once relatos en los que se van desgranando varios temas: los terrores infantiles; la rebeldía adolescente, que la hace escribir mal conscientemente, o es oculta, subterránea, hacia dentro; cuestionamiento de la pedagogía igualitarista y la integración escolar; la asunción de culpa en situaciones diversas; la protección familiar que se convierte en corrección social, restricción y falta de libertad; el suicidio; la soledad y el sentimiento de abandono en la vejez; la maternidad subrogada; salud frente a enfermedad y vida frente a la muerte; el abandono de los hijos; crítica al franquismo; el desamor; la asunción de responsabilidad; la brutalidad; el cuestionamiento de los autores literarios y su compromiso;...
La autora nos presenta una serie de relatos llenos de recovecos y sorpresas, momentos de la vida cotidiana que nos sorprenden, acontecimientos inesperados dentro de vidas normales que marcan a sus protagonistas, historias ambiguas y turbias que hacen reflexionar a los lectores.
Nos presenta a personajes desprotegidos, con conflictos internos, problemáticos, seres atormentados por los remordimientos, las continuas dudas, las indecisiones. Personajes con una profunda e inquietante dimensión psicológica.
Muchos de estos personajes son niños o adolescentes, con el desconcierto propio de la edad, que se niegan a obedecer y que desde su atalaya nos muestran su visión del miedo, sus secretos, la ingenuidad, la culpa, la soledad, la incomprensión, la asunción de responsabilidad. Algunos de estos personajes nos recuerdan a otros jóvenes que aparecían en la novela de la autora, "Cuatro por cuatro".
La autora tiene un estilo directo, tenso, capaz de crear una atmósfera intrigante, turbadora, amenazante, a veces hasta terrorífica, con situaciones escabrosas y sórdidas, que crean desasosiego e inquietud, pero que al mismo tiempo atraen al lector.
Aunque son relatos cortos, son historias potentes que nos desconciertan y nos dejan sin continuidad, sin respiración, sin solución, con el espíritu sin sosiego.
Algunos relatos nos recuerda a Edgar Allan Poe, también nombrado en uno de los relatos como recomendación de lectura de una profesora a un alumno.
Dentro de este mundo tan oscuro y opresivo también hay espacio para el humor, aunque sea negro, incluso rayando en el sarcasmo.
La autora no toma partido ni nos facilita soluciones a las problemáticas, el lector ha de hacer sus reflexiones y sacar sus conclusiones.
Sara Mesa es una escritora bastante interesante, con una forma de escribir propia y original, que enriquece el panorama actual de la literatura y que es recomendable leer.
¡Que la disfrutéis!
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