La historia se desarrolla en un internado elitista al que acuden hijos de familias acomodadas (ministros, empresarios, actores,...) junto a otro grupo menor de hijos de familias menos favorecidas, que a su vez trabajadores del centro, y que acceden mediante becas. Estos son llamados "especiales". Cada uno de estos grupos duermen en dependencias separadas; sin embargo, acuden de forma conjunta a las aulas en las que se imparten las clases.
Niños y niñas duermen y reciben las clases de forma segregada.
El colegio está aislado y alejado de la sociedad, la ciudad más cercana es Cárdenas, como representativa de un mundo en descomposición, en ella impera el caos, las familias viven en una gran pobreza, abunda el vandalismo, el consumo de drogas, la prostitución, y los saqueos a domicilios están a la orden del día. El colegio es el lugar de refugio de esa sociedad.
La obra está dividida en tres partes:
En la primera vemos cómo se desarrolla la vida en el internado desde dos puntos de vista: desde el de una alumna, Celia, que pertenece al grupo de las "especiales", sin que ningún familiar trabaje en el centro. Ella ha sido elegida por su alto cociente intelectual y las autoridades pretenden demostrar cómo es posible su integración y su mejora de futuro, pese a proceder de un entorno degradado (está escrito en primera persona). El segundo es un narrador omnisciente que nos cuenta la rutina del colegio (está escrito en tercera persona). Junto a Celia vemos otro personaje central, Ignacio, a través de los cuales se explora la dominación, la humillación, la discriminación y los abusos en diferentes grados
La segunda parte es el diario de un profesor que llega al centro en sustitución de otro que se ha dado de baja. En realidad es un escritor frustrado que usurpa el papel de su excuñado que ha dejado plantada a su hermana y ha huido. Vive con el continuo temor a ser descubierto, a lo que se suma el desconocimiento de la labor que ha de desempeñar. En su quehacer diario empieza a percibir un mundo enigmático, opresivo e inquietante que se rige por unas normas propias desconocidas por todos, cambiantes e impuestas por las relaciones de poder de los personajes dirigentes, que encierran una violencia soterrada, latente y sórdida, que a veces hace acto de presencia y otras se queda al borde de hacer explosión. En sus indagaciones para ver qué encierra ese mundo, en el que entre sus componentes predomina el instinto de supervivencia (Todos saben pero todos callan), vamos a ir conociendo parte del entramado real, no todo.
La tercera parte, el epílogo de la obra, son los papeles escritos por el profesor sustituido que ha dejado a una de las trabajadoras del colegio y que terminan en manos del sustituto. Es una especie de cuento deslavazado que en su primera lectura no ofrece sentido ninguno, pero que al ir avanzando en el descubrimiento de ciertos hechos, nos va a dejar al descubierto lo que en realidad ocurre en el centro. De uno de los párrafos obtenemos el título de la novela.
La escritora juega con la insinuación, no lo enseña todo, da pinceladas, y es el lector, puesto en tensión por las escenas de terror psicológico que lo hace seguir la lectura de forma continuada, el que deberá ir descubriendo y dando forma a la realidad, sin dejar, además cerrada la historia.
Es una novela cuya lectura es bastante recomendable.
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