Esta obra de Miguel Delibes fue publicada en el año 1973.
Es una novela corta (167 pág.), cuya acción transcurre el día 3 de diciembre de 1963, entre las diez de la mañana y las diez de la noche, teniendo como protagonista a un niño de tres años que pertenece a una familia de seis hermanos, en el que él ocupa el quinto lugar y tiene una hermana menor de un año, y en el piso en el que viven trabajan además dos criadas.
El protagonista se llama Quico. Es travieso, pero noble e inocente, revoltoso, tierno, curioso, activo, con una gran fantasía, que hace que cualquier mínimo objeto, como un tubo de pasta dentífrica arrugado, le sirva para representar multitud de objetos: un camión, una pistola, un cañón,...
Quico es el príncipe destronado por su hermana pequeña, algo que sólo comentan su tía y el médico. Pero las relaciones con ella entran dentro de la normalidad, lo que echa de menos es el cariño y la dedicación de su madre a él. Esto hace que busque durante toda la novela ser el centro de atención para obtener la admiración y el contacto con su madre.
Aparecen otros personajes importantes: la madre, que se encuentra desbordada por las tareas domésticas y las responsabilidades que asume en la familia; un padre machista y autoritario que aparece poco por la casa; su hermano Juan, anterior a él, que permanece en casa por estar resfriado, amante de la lectura (Capitán Trueno e Historias del Oeste) y con el que suele jugar; dos criadas, por lo que se deduce que es una familia pudiente, una es cariñosa con él y la otra más cotilla; su tía Cuqui, muy cariñosa, hace de sustituta de la madre en los afectos; el hermano mayor, que mantiene un momento de tensión con el padre; los otros personajes tienen menos intervención.
Con estos personajes y con pequeños detalles vemos otras historias que nos dejarán un retrato social de la época: tienda, mili, discos dedicados, radionovela, los discos de vinilo,...
Además del tema central de la obra, se vislumbra un drama de baja intensidad: un matrimonio fracasado próximo a la ruptura, un apunte de infidelidad, reminiscencias de la guerra civil entre familias del marido y la mujer, conflicto padre/hijo cercano a estallar, relaciones tensas con el servicio doméstico,... También hay momentos de humor.
El mundo del protagonista está lleno de inocencia e imaginación, pero también de miedos.
Al final de la obra vemos como Quico aplaca parte de sus miedos con el simple hecho de tocar la mano de su madre.
La novela es ágil y de fácil lectura, con abundantes diálogos, con un lenguaje coloquial, incluso con algunas expresiones vulgares, vocabulario adaptado a las intervenciones del protagonista infantil.
La trama se desarrolla principalmente en el interior de un piso, alejado de la naturaleza que tanto ama el autor, por lo que puede parecer incluso una obra teatral.
Delibes maneja muy bien la construcción de los personajes y el papel de Quico, lo borda.
Muy buena novela.
Es una novela corta (167 pág.), cuya acción transcurre el día 3 de diciembre de 1963, entre las diez de la mañana y las diez de la noche, teniendo como protagonista a un niño de tres años que pertenece a una familia de seis hermanos, en el que él ocupa el quinto lugar y tiene una hermana menor de un año, y en el piso en el que viven trabajan además dos criadas.
El protagonista se llama Quico. Es travieso, pero noble e inocente, revoltoso, tierno, curioso, activo, con una gran fantasía, que hace que cualquier mínimo objeto, como un tubo de pasta dentífrica arrugado, le sirva para representar multitud de objetos: un camión, una pistola, un cañón,...
Quico es el príncipe destronado por su hermana pequeña, algo que sólo comentan su tía y el médico. Pero las relaciones con ella entran dentro de la normalidad, lo que echa de menos es el cariño y la dedicación de su madre a él. Esto hace que busque durante toda la novela ser el centro de atención para obtener la admiración y el contacto con su madre.
Aparecen otros personajes importantes: la madre, que se encuentra desbordada por las tareas domésticas y las responsabilidades que asume en la familia; un padre machista y autoritario que aparece poco por la casa; su hermano Juan, anterior a él, que permanece en casa por estar resfriado, amante de la lectura (Capitán Trueno e Historias del Oeste) y con el que suele jugar; dos criadas, por lo que se deduce que es una familia pudiente, una es cariñosa con él y la otra más cotilla; su tía Cuqui, muy cariñosa, hace de sustituta de la madre en los afectos; el hermano mayor, que mantiene un momento de tensión con el padre; los otros personajes tienen menos intervención.
Con estos personajes y con pequeños detalles vemos otras historias que nos dejarán un retrato social de la época: tienda, mili, discos dedicados, radionovela, los discos de vinilo,...
Además del tema central de la obra, se vislumbra un drama de baja intensidad: un matrimonio fracasado próximo a la ruptura, un apunte de infidelidad, reminiscencias de la guerra civil entre familias del marido y la mujer, conflicto padre/hijo cercano a estallar, relaciones tensas con el servicio doméstico,... También hay momentos de humor.
El mundo del protagonista está lleno de inocencia e imaginación, pero también de miedos.
Al final de la obra vemos como Quico aplaca parte de sus miedos con el simple hecho de tocar la mano de su madre.
La novela es ágil y de fácil lectura, con abundantes diálogos, con un lenguaje coloquial, incluso con algunas expresiones vulgares, vocabulario adaptado a las intervenciones del protagonista infantil.
La trama se desarrolla principalmente en el interior de un piso, alejado de la naturaleza que tanto ama el autor, por lo que puede parecer incluso una obra teatral.
Delibes maneja muy bien la construcción de los personajes y el papel de Quico, lo borda.
Muy buena novela.
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