lunes, 30 de marzo de 2020

Melocotones helados. Espido Freire

Con esa novela obtuvo Espido Freire el Premio Planeta en el año 1999.
La obra comienza cuando Elsa grande, una joven pintora, tiene que abandonar la ciudad en la que vive al recibir algunas amenazas anónimas.
Se va descubriendo que esas amenazas pueden proceder de una secta y estar dirigidas a su prima, Elsa pequeña, al tener el mismo nombre que ella, hecho que los ha llevado a confundirlas.
La pintora se refugia en casa de su abuelo, situada en un pueblo pequeño y de costumbres antiguas, del que procede toda su familia.
En el transcurso de la obra vamos conociendo la historia de la joven, la relación con su familia, con su amiga Blanca, junto a la que trabaja, y con su novio. Esta historia se va entrelazando con la de su abuelo, que es como decir que conoceremos la historia de toda la familia a lo largo de varias décadas: su juventud, cómo conoció a su esposa, su participación en la guerra, la amistad y algo más con Silvia Kodama (de donde nace el título de la novela), la fundación de su familia, la pérdida de forma trágica de una hija, también llamada Elsa (Elsita, el tercer nombre idéntico de la familia), cuando contaba 9 años,...
A lo largo de la novela vamos conociendo cómo su amiga Blanca padece una grave enfermedad, que parece asumida.
También sabemos del funcionamiento de la secta: drogas, violencia, abusos sexuales, alejamiento familiar, secuestro, aislamiento,...; y como Elsa pequeña se introduce en la misma y cual es su trayectoria cuando está dentro, hasta que toman represalias contra ella, así conocemos cómo entra su prima en el círculo de las amenazas.
La novela no sigue un orden cronológico pues al ir mezclando varias historias vemos saltos en el tiempo para entender el por qué de algunos hechos actuales.
Algunos personajes quedan algo diluidos, no se profundiza en ellos, hay pocos detalles. Otros son bastante estereotipados, como el de la tata.
Elsa grande abandona momentáneamente la pintura para centrarse en una introspección sobre su propia vida y las relaciones humanas que se producen en su entorno.
Los nombres de las ciudades que aparecen son inventados y no hay ninguna pista de cuales podrían ser.
Nos imaginamos que habla de la Guerra Civil, pero hay algunos datos que no se corresponden con la realidad. La autora ha desechado cualquier dato histórico, le ha interesado más hablar de sentimientos.
La escritura es sencilla y amena, a veces incluso íntima, lo que invita a seguir leyendo.
Da la sensación de falta de profundidad en las historias que va desgranando.
Al inicio de la obra, y se repite al final, nos habla de varias formas de muerte y de como existe otro tipo de muerte que es el olvido, a lo largo de la novela nos hemos encontrado con esa realidad.
La novela finaliza, pero da la sensación de que es el lector el que ha de poner el punto y final.

miércoles, 25 de marzo de 2020

Sidi. Arturo Pérez-Reverte

Sidi es la última obra de Arturo Pérez-Reverte. Publicada a finales de 2019.
El autor nos narra una serie de aventuras protagonizadas por el personaje de El Cid cuando es desterrado por el rey de Castilla y tiene que vivir fuera de su territorio, en zonas de frontera entre los distintos reinos, moros y cristianos, o en territorios ocupados por otros regentes.
Es una novela de aventuras en la que el protagonista es Sidi, que es el nombre que recibe El Cid por parte de los árabes, como halago.
El mismo autor nos dice que no es una novela histórica sino que recoge ciertos hechos conocidos pero están tratados dentro de una trama de ficción.
Se nos presenta al personaje, y un grupo de hombres que lo acompañan, como mercenarios que se ofrecen al mejor postor para poder vivir, es decir, no luchan por ideales, sino favoreciendo a quien los contrata para conseguir botín, ganado o esclavos con los que obtener medios para poder comer.
Gente dura, que huyen antes de ser apresados por algún motivo, que hacen sólo lo que saben o que muestran su solidaridad por Díaz de Vivar con su situación, el destierro que ha sufrido por la afrenta al rey; que luchan en una tierra hostil para sobrevivir.
En la obra se recogen dos campañas realizadas por estos hombres: en la primera son contratados por las autoridades de un territorio para que capturen, vivos o muertos, a una partida de musulmanes que han entrado en su territorio para saquearlo. En la segunda son contratados por el mandatario musulmán de Zaragoza para someter a su hermano, que gobierna en Lérida y está apoyado por tropas del rey de Aragón y otras de lo que denominan territorios francos.
El autor nos presenta a un héroe de frontera que todo lo hace bien, impresiona tanto a amigos como a enemigos, que recibe el reconocimiento de su tropa porque es un jefe cercano, que sufre las mismas penurias que su tropa, que siempre encabeza las batallas, que los conoce personalmente y le da a cada uno el trato que merece, por eso se maneja como líder capaz de que lo sigan hasta la muerte, que pese a no tener estudios se maneja, rudimentariamente, en varias lenguas, que conoce las costumbres moras e incluso es capaz de practicar algunas; y a pesar de todo eso, se muestra con humildad ante los que ostentan el poder.
El vocabulario recoge gran profusión de nombres de aparejos, herramientas, ropajes, armas de diverso tipo,... Los diálogos son sencillos y secos.
A lo largo de toda la historia, utiliza el recurso de recordar acciones anteriores, siempre introducidas del mismo modo, dialogando con algunos de sus compañeros, de las que se van deduciendo la situación de ese momento.
Todo se desarrolla en un mundo masculino. La única mujer que actúa es la hermana del rey de Zaragoza, musulmana sui generis, que también se siente fascinada por el personaje, que tiene un pequeño encuentro bastante explícito, pero cuya resolución queda a criterio del lector.
Creo que uno de los valores que más  destaca es el de la lealtad.
Como resumen diré que es una novela de aventuras, que como tal es de fácil lectura, entretenida y sin grandes pretensiones.

martes, 24 de marzo de 2020

El camino. Miguel Delibes


El camino es la tercera novela del escritor Miguel Delibes, del que se cumplen  en octubre 100 años de su nacimiento. Publicada en el año 1950.
El protagonista de la novela es Daniel, el Mochuelo, un niño de unos once años al que su padre le comunica que al día siguiente debe partir a la ciudad para empezar a estudiar y labrarse un buen camino que lo aleje del campo y le procure una mejor calidad de vida.
En esa última noche que pasa en su casa, sin dormir, repasa su vida hasta ese momento y así conoceremos aspectos personales y características del pueblo y de sus habitantes.
Vemos la exaltación a la amistad en las relaciones con sus amigos más cercanos, dos niños y una niña,  en los que vemos reflejada la justicia, a pesar de la brutalidad, el acceso al conocimiento del origen de la vida, el descubrimiento del sexo, el nacimiento del amor, la conciencia del sentido de la amistad, del valor y de la muerte.
A través de pequeñas historias vamos conociendo cómo son los habitantes del pueblo, componiendo un retablo de tipos y costumbres pueblerinas, las relaciones que mantienen, sus manías, los trabajos que desarrollan,... Vemos estereotipos como la beata, el "varón", los chismosos, el cura,...
En esos recuerdos aparecen las vivencias, las anécdotas, algunas rodeadas de cierta comicidad e ironía, el patetismo y el drama.
Daniel se identifica con el pueblo, que el denomina más como "el valle", y su entorno que, según él, lo hacen sus gentes y sus historias. Se resiste a abandonarlo, pues cree que forma parte de sus raíces. Así vemos una simbiosis del personaje con "el valle".
Está escrito en tercera persona y el narrador es la conciencia del protagonista.
El camino del título para el padre es que se vaya a la ciudad a estudiar, algo que identifica con el progreso.
El camino para el protagonista es vivir en el campo, en la naturaleza, siguiendo el oficio de su familia, queseros. Este se identifica con el cerrado mundo rural.
El camino para el cura es la resignación ante el camino que Dios nos marca. Nos muestra una conformidad con cierto fatalismo.
Al final de la obra visualizamos un resumen de las características de lo que el personaje denomina el valle.
La obra encaja en lo que Miguel Delibes piensa sobre el trabajo del escritor: "ser fiel a uno mismo. Escribir como se es".
Lo comprobamos con la aparición de la naturaleza: vemos diversidad de plantas y animales (flora y fauna), sus olores, y la caza, a la que era tan aficionado.
Aparece la muerte, algunas reales, otras en tentativa. Alguna representa el final de la infancia, dándole un sentido más amplio y haciendo participe a todo el entorno: cuando muere su amigo "el valle se entristece".
El habla es coloquial, fiel a los personajes y a sus ambientes. Resalta la espontaneidad infantil en sus diálogos.
El uso de los apodos, todos con sus justificaciones, pueden estar relacionados con las caricaturas, trabajo que realizaba el escritor para algún periódico antes de dedicarse plenamente a la escritura.
El pueblo de la historia puede ser Molledo (Valle de Iguña, Cantabria) villa natal de sus padres y donde él veraneaba.
La lectura es amena y agradable. Una obra de la que se disfruta mucho. Muy en la linea de Delibes. Merece la pena su lectura.

jueves, 5 de marzo de 2020

Presentación libro La colombiana

El martes 31 de marzo, en el Castillo del Bil-Bil, a partir de las 19:00 h. tendrá lugar la presentación de la nueva novela de Vladimir Merino Barrera, cuyo título es La colombiana.


miércoles, 4 de marzo de 2020

El jardín de las cabezas cortadas. José Manuel Portero

La próxima reunión del Club de Lectura Ben-al-Arte tendrá lugar el martes 14 de abril a las 18:00 h., en la sede de la Asociación del mismo nombre, para comentar la novela El jardín de las cabezas cortadas junto con el autor, José Manuel Portero.



Club de Lectura marzo 2020

El martes 3 de marzo se reunió el Club de Lectura Ben-al-Arte para comentar el libro El palomo cojo de Eduardo Mendicutti, sacando las siguientes conclusiones:

La novela recoge lo sucedido durante los tres meses de verano en casa de los abuelos del protagonista, un niño de unos 10 años, lugar al que es enviado por su madre como convaleciente de una enfermedad que requiere reposo (no se detalla en la novela en qué consiste), con el fin de que el resto de la familia y, sobre todo ella, pueda disponer de libertad de movimiento y no estar supeditada al encierro obligatorio por culpa del tratamiento que el doctor ha recetado para la curación de dicha enfermedad.
Está escrita en primera persona, por lo que vemos el paisaje familiar a través de los ojos de un niño.
Este personaje empieza a desarrollar sus características sexuales que, en boca de una desvergonzada criada, empiezan a ser definidas como “raras”. Este hecho nos lleva a pensar que la obra pueda ser autobiográfica y estar referida a la niñez del propio autor, que habiendo nacido en el año 1948 tendría la edad del personaje y coincide además su condición de homosexual.
La receta de aislamiento y encierro puede ser una metáfora sobre el trato recibido por el autor en su propia vida, teniendo en cuenta que en esos años no estaba bien vista la homosexualidad.
Son más las referencias a la homosexualidad masculina que aparecen en la novela: el mismo título, ya que la cojera es un eufemismo de dicha tendencia sexual; el defecto que detecta el sastre en la longitud de sus piernas y que le hace ver que ese tipo de anomalía lo llevará a que no sea aceptado por las mujeres, al igual que los animales que lo sufren no son aceptados por las hembras.
El elenco de los personajes que intervienen se puede clasificar como raros y desconcertantes: una criada a la que le desaparece una parte de la cara, los bajos del cuerpo o las piernas; un tío que no tiene horario para realizar las diferentes comidas del día y que se dedica a domesticar palomas; una amiga que hace las visitas a la hora de las comidas para que la inviten a comer; una asistenta que vigila y ordena el horario de las visitas a la bisabuela que está enferma; un tío que aparece y desaparece durante largos periodos de tiempo sin dar explicaciones, viva imagen del señorito andaluz; una criada que presume de tener cuatro novios a los que recibe en la casa en distintos horarios,…
La novela, que puede ser clasificada como costumbrista, refleja muy bien las relaciones humanas, y así vemos como la posición social de los habitantes del pueblo, Sanlúcar de Barrameda (lugar de nacimiento del escritor), viene marcada por el lugar en el que cada uno vive, diferenciando el barrio alto del barrio bajo, así como el tamaño de las viviendas que ocupa cada uno de ellos.
Esa diferencia también la vemos en el lenguaje que utilizan, el trato que reciben, los comportamientos y las costumbres de los ocupantes de la casa: propietarios, familiares, amigos visitantes, criados, empleados, representantes del clero y la medicina,… A la criada se la denomina como la Mari, añadiéndole el artículo.
Vemos algunos apuntes sobre las tendencias políticas de la época: unos son admiradores de Franco y sus obras; y otros son contrarios al régimen, e incluso perseguidos por las fuerzas policiales; por ejemplo, vemos como unos hablan de las obras realizadas en el Valle de los caídos, mientras la tía Victoria tiene que salir al extranjero a realizar sus recitales poéticos, porque esos autores no son bien vistos por los dirigentes de la dictadura.
Resaltan los comentarios irónicos, las actitudes hipócritas, los desprecios, que se dedican las mujeres “amigas” en las tertulias que realizan cada tarde a la hora de la merienda. Esta costumbre inglesa pudo ser importada a través del comercio de los vinos con Inglaterra.
A algunos les ha impactado el inicio de la novela, lo que se convierte en un aliciente para seguir leyendo: “Mi padre apreciaba mucho la belleza masculina. Por eso se casó con mamá”.


El siguiente encuentro será el martes 14 de abril para comentar la novela "El jardín de las cabezas cortadas" de José Manuel Portero, junto con el autor.