Esta es la décima y última novela de la pareja sueca formada por Per Wahlöö y Maj Sjöwall, y que hace la número diez. Publicada en el año 1975.
La trama central la compone los preparativos, el desarrollo y finalización de la visita oficial de un senador estadounidense a Estocolmo, rodeada de una fuerte contestación ciudadana y con el temor a que se produzca un atentado por parte de un grupo terrorista internacional bastante violento y experto en eliminar a grandes figuras políticas, y que jamás ha fallado en ninguna de sus acciones anteriores.
Antes de entrar de lleno en esa trama, el inspector Martín Beck tiene que resolver el oscuro asesinato de un productor de cine porno, realizado por un desconocido, en casa de su amante. Nos muestra la composición familiar de la víctima, un tanto extraña, mezclada con el consumo de drogas, uso y abuso de adolescentes,... El caso queda resuelto en los diez primeros capítulos.
Además el comisario Martin Beck acude como testigo a un juicio a una joven asocial, alguien que desconoce totalmente el funcionamiento del sistema burocrático, involucrada en el supuesto atraco a un banco, pero que durante el desarrollo del mismo observamos un homenaje al teatro del absurdo: se identifica al fiscal y al abogado defensor con sobrenombres, se presenta una acusación que no tiene nada que ver con la realidad, vemos a un defensor desmemoriado y en las nubes, sin reglas de urbanidad, a dos policías de película cómica, a una profesora ecologista dogmática,... El capítulo (3) no tiene desperdicio.
Para organizar la visita del senador, un policía del grupo es enviado a un país sudamericano, bastante efectivo en la organización de visitas de mandatarios, para aprender sus técnicas en un operativo real.
Esta experiencia no acaba bien. Ante la tragedia, los autores no dudan en poner un punto de humor.
Martín Beck es nombrado jefe del operativo de la visita del senador, bajo su mando estarán todos los cuerpos policiales. Ahí empiezan a aparecer las diferencias valorativas de los componentes de los distintos cuerpos: hay policías que tiene fijación con los grupos comunistas, o supuestos; otros implicados en temas de corrupción; algunos que carecen de suficiente formación, así como el uso excesivo de la violencia contra los detenidos.
El desarrollo de la trama lleva a mostrarnos diferentes sorpresas, algunas positivas y otras negativas, todas vinculadas al trabajo de los diversos policías.
Los autores utilizan unas descripciones muy detalladas, tanto de los personajes, de los espacios y de las acciones. También rodean las intervenciones de grandes dosis de humor e ironía.
Nos muestran a unos policías como personas normales, con las mismas características y problemáticas que los demás ciudadanos.
Hacen una caricatura del senador americano y de su guardaespaldas, por su aspecto, sus acciones, sus ideas,... Aprovechan para hacer una crítica sobre la guerra de Vietnam (algo que ocurre en otras novelas de los autores), que el senador defiende junto a otros conflictos bélicos de nivel internacional.
Los autores valoran, por boca de algún personaje, el papel jugado por Suecia en la II Guerra Mundial, quedando al final junto a EEUU y enfrentado al bloque comunista. Esto hace que algunos policías, sobre todo del servicio secreto, combatan todo lo que supuestamente huela a comunista, aún utilizando medidas coercitivas, frente a otro grupo que defiende las medidas democráticas, poniendo en valor los derechos de los ciudadanos, como por ejemplo el derecho a manifestarse.
En la crítica destructiva que realizan los autores a la sociedad sueca, que valoran decadente, incluye al gobierno socialdemócrata, acusándolo de no ser socialista e incluso ni democrático, resaltando su espíritu capitalista.
A lo largo de la novela aparecen dos de nuestros artistas universales, por un lado el cineasta Luis Buñuel y por otro el pintor Salvador Dalí, aunque este por una característica física, su bigote.
Buena novela negra para ver la evolución seguida por los propios autores desde la primera que escribieron, y para ver también la evolución seguida por los autores escandinavos y que los tuvieron como maestros del género.
La trama central la compone los preparativos, el desarrollo y finalización de la visita oficial de un senador estadounidense a Estocolmo, rodeada de una fuerte contestación ciudadana y con el temor a que se produzca un atentado por parte de un grupo terrorista internacional bastante violento y experto en eliminar a grandes figuras políticas, y que jamás ha fallado en ninguna de sus acciones anteriores.
Antes de entrar de lleno en esa trama, el inspector Martín Beck tiene que resolver el oscuro asesinato de un productor de cine porno, realizado por un desconocido, en casa de su amante. Nos muestra la composición familiar de la víctima, un tanto extraña, mezclada con el consumo de drogas, uso y abuso de adolescentes,... El caso queda resuelto en los diez primeros capítulos.
Además el comisario Martin Beck acude como testigo a un juicio a una joven asocial, alguien que desconoce totalmente el funcionamiento del sistema burocrático, involucrada en el supuesto atraco a un banco, pero que durante el desarrollo del mismo observamos un homenaje al teatro del absurdo: se identifica al fiscal y al abogado defensor con sobrenombres, se presenta una acusación que no tiene nada que ver con la realidad, vemos a un defensor desmemoriado y en las nubes, sin reglas de urbanidad, a dos policías de película cómica, a una profesora ecologista dogmática,... El capítulo (3) no tiene desperdicio.
Para organizar la visita del senador, un policía del grupo es enviado a un país sudamericano, bastante efectivo en la organización de visitas de mandatarios, para aprender sus técnicas en un operativo real.
Esta experiencia no acaba bien. Ante la tragedia, los autores no dudan en poner un punto de humor.
Martín Beck es nombrado jefe del operativo de la visita del senador, bajo su mando estarán todos los cuerpos policiales. Ahí empiezan a aparecer las diferencias valorativas de los componentes de los distintos cuerpos: hay policías que tiene fijación con los grupos comunistas, o supuestos; otros implicados en temas de corrupción; algunos que carecen de suficiente formación, así como el uso excesivo de la violencia contra los detenidos.
El desarrollo de la trama lleva a mostrarnos diferentes sorpresas, algunas positivas y otras negativas, todas vinculadas al trabajo de los diversos policías.
Los autores utilizan unas descripciones muy detalladas, tanto de los personajes, de los espacios y de las acciones. También rodean las intervenciones de grandes dosis de humor e ironía.
Nos muestran a unos policías como personas normales, con las mismas características y problemáticas que los demás ciudadanos.
Hacen una caricatura del senador americano y de su guardaespaldas, por su aspecto, sus acciones, sus ideas,... Aprovechan para hacer una crítica sobre la guerra de Vietnam (algo que ocurre en otras novelas de los autores), que el senador defiende junto a otros conflictos bélicos de nivel internacional.
Los autores valoran, por boca de algún personaje, el papel jugado por Suecia en la II Guerra Mundial, quedando al final junto a EEUU y enfrentado al bloque comunista. Esto hace que algunos policías, sobre todo del servicio secreto, combatan todo lo que supuestamente huela a comunista, aún utilizando medidas coercitivas, frente a otro grupo que defiende las medidas democráticas, poniendo en valor los derechos de los ciudadanos, como por ejemplo el derecho a manifestarse.
En la crítica destructiva que realizan los autores a la sociedad sueca, que valoran decadente, incluye al gobierno socialdemócrata, acusándolo de no ser socialista e incluso ni democrático, resaltando su espíritu capitalista.
A lo largo de la novela aparecen dos de nuestros artistas universales, por un lado el cineasta Luis Buñuel y por otro el pintor Salvador Dalí, aunque este por una característica física, su bigote.
Buena novela negra para ver la evolución seguida por los propios autores desde la primera que escribieron, y para ver también la evolución seguida por los autores escandinavos y que los tuvieron como maestros del género.
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