La obra fue publicada en el año 2021.
La señora Merkel acaba de dejar el gobierno de Alemania, se ha jubilado. Ahora vive en un pueblo pequeñito, cuyo nombre tiene el doble de consonantes que de vocales, junto a su marido, un guardaespaldas y un perrito. Trata de acostumbrarse a un tipo de vida sosegada que la ayude a apaciguar las ganas de volver a Berlín.
Su tiempo lo gasta sobre todo en hacer tartas, con las diferentes frutas que encuentra en el marcado del pueblo, algo que agradecen su guardaespaldas y una pareja de vecinos indigentes.
Para romper esa tranquilidad excesiva, añorando sus años de ajetreo constante dedicada a asuntos importantes para el desarrollo del mundo, decide hacer el papel de investigadora de la extraña muerte de un barón, vecino del pueblo, que vive en un castillo y es el dueño de la mayoría de las tierras que cultivan los habitantes de dicho pueblecito.
El autor emplea, en ese papel detectivesco de la protagonista, estereotipos de novela de misterio clásicas pero sin profundizar mucho.
La protagonista, a la que ahora llaman Sherlockina, mientras indagan entre la multitud de posibles asesinos, recuerda continuamente escenas de su vida política, comparándolas con lo que le sucede ahora, así como muchas películas.
Entre los personajes que la acompañan, que aparecen la mayoría de las veces infantilizados, tenemos a su marido, un químico cuántico, serio, despistado, sin sentido del humor, cariñoso con ella, obediente, incapaz de callarse a veces, con lo que suele meter la pata con frecuencia; un guardaespaldas con bastante celo profesional, carente de habilidades sociales y con un continuado sentimiento de culpa por las más variadas razones (incapaz de decir que no ante un ben trozo de tarta); un perrito, al que llaman Putin, que recibe un trato cariñoso y exquisito, como si de un humano se tratara; un comisario de policía incompetente, que no cree nada de lo que "la detective" le cuenta; y una buena representación de los habitantes del pueblo.
En la obra, llena de humor, ironía, crítica política, anécdotas de la vida política de la ex-canciller, situaciones cómicas y absurdas; el autor nos presenta a un personaje público retratado de forma humana, sin faltar al respeto. La reconocemos en su forma de vestir, sus famosas chaquetas, la forma de colocar las manos,...
La protagonista, en su afán por tener algo de acción, que la saque del aburrimiento, nos va a recordar a autores y detectives clásicos: a Agatha Christie con su personaje de Miss Marple o su obra "Asesinato en el Orient Exprés", o a Sherlock Holmes, personaje creado por Arthur Conan Doyle, o al televisivo Colombo.
La obra también recoge una crítica social, pero abandonando el tono ácido y corrosivo, y aparecen algunos temas de actualidad: los inmigrantes (relacionados con el color de la piel), discriminación por razón de sexo, los problemas de distribución de Internet en el medio rural, la comunicación entre miembros de distintas generaciones,...
La obra mantiene el estilo del autor en la mayoría de sus obras, a veces es divertida, a veces incluso entrañable, la mayoría de las veces nos muestra situaciones absurdas, o al menos poco creíbles, porque su objetivo principal es entretener al lector mediante el humor.
Buena obra, de lectura fácil, para descansar de larga lectura seria, que entretendrá y hará felices a los seguidores del autor.
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