viernes, 13 de mayo de 2022

Club de Lectura. Mayo 2022

El Club de Lectura "Ben-al-Arte" se reunió el martes 10 de mayo para comentar la obra de Arturo Pérez-Reverte, "Hombres buenos". 
Aquí podéis leer parte de los comentarios aportados por los participantes en la reunión.

La obra es una novela con fondo histórico, puede ser considerada de viajes, que mezcla la aventura y la intriga.

La novela mezcla personajes y hechos reales con personajes y acontecimientos ficticios pero adquiriendo el conjunto una historia totalmente verosímil y creíble, donde es prácticamente imposible distinguir unos y otros.

La historia trata del acuerdo tomado por la Academia Española de la Lengua de enviar a dos de sus miembros, considerados por su presidente como dos “hombres buenos”, para traer a España los 28 tomos que forman la Encyclopédie francesa, de D’Alembert y Diderot, una obra de contenido liberal, referencia de las nuevas ideas que circulan por Europa, que en España está prohibida, también en Francia, pero allí se tolera su circulación y venta, amparada en que se edita en otros países vecinos.

Las dos personas que son enviadas a París, con autorización real, son el almirante Pedro Zárate, representante de la marina, y el bibliotecario de la Academia, Hermógenes Molina.

Aunque el acuerdo ha sido tomado por mayoría en votación secreta, no todos están dispuestos a que la obra llegue a España, aunque solo sea para que dispongan de ella los académicos para sus futuros trabajos. Otros dos académicos, Manuel Higueruela y Justo Sánchez Terrón, contratan a un sicario, Pascual Raposo, para que intente impedir que ese encargo se lleve a su término.

La novela se centra en el viaje que desde Madrid, cruzando territorio español hasta París, la capital del mundo ilustrado, donde intentarán encontrar y adquirir la pretendida obra, realizan los tres personajes: los dos académicos por un lado, y el perseguidor por otro, siguiéndolos de cerca e intentando que no cumplan sus objetivos. Un viaje lleno de incertidumbres y sobresaltos.

Una vez en París, el poco interés mostrado por el embajador español, los deja en manos de un personaje estrafalario, fanático, revolucionario, sanguinario y polémico en múltiples aspectos de su vida, pero honrado y fiel a sus ideales y pensamientos, el abate Bringas, de origen español pero huido a Francia huyendo de la justicia.

Bringas maldice de los clérigos y de la monarquía, es muy selectivo a la hora de hablar de autores, es partidario de la revolución, que tiene que venir del pueblo alentado por los escritores que tienen el deber de informar y formar a los ciudadanos, nunca podrá venir desde arriba pues los tiranos sólo quieren gente inculta. Es partidario de la violencia e incluso de las ejecuciones sumarias. Como resumen de su pensamiento dice: "No hay mejor piedra para amolar cuchillos que la letra impresa”. Hay que tener en cuenta que en Francia están en época pre-revolucionaria.

Este personaje les servirá de guía, los llevará a muchas librerías en busca de la obra, tarea que se muestra muy complicada, a la par que les irá mostrando toda la ciudad, sus barrios nobles y los más pobres, los distintos estratos sociales, su variedad de costumbres, sus cafés, sus restaurantes, sus tiendas de moda, y también sus ideas. Los académicos aprovechan para, además de tener acceso a una gran cantidad de libros prohibidos en España, a hacer una comparación entre los dos pueblos, el francés y el español, que aunque a primera vista parecen ser muy diferentes, pareciéndoles una sociedad más avanzada la francesa, el abate les irá demostrando que en el fondo son bastante parecidas, pues al final es la clase más pobre y humilde la que sufre los mismos problemas en ambos lugares.

A su vez, el matón Raposo también cuenta con la ayuda de un cómplice, un viejo amigo, el inspector de policía Milot, que a cambio de dinero se presta a ayudarle en su misión.

Los académicos conocerán las reuniones y tertulias de la parte noble de la ciudad, en la que se muestra un retrato de la libertina sociedad francesa, donde participan literatos, filósofos, pintores, militares,…, y, a diferencia de España, también lo hacen las mujeres. Las conversaciones son distendidas, se habla de todos los temas con libertad, y sin reparos, como por ejemplo, de las actuaciones del hombre libertino, del comportamiento de las mujeres, de las infidelidades,… De ellos se buscan sus opiniones en comparación con la vida española.

Tras una infructuosa búsqueda, al final localizan una Encyclopédie de la manera más inesperada, pero aún deberán sufrir diversas penalidades hasta traerla a España.

La estructura de la obra nos muestra la trama en tres escenarios. En cada uno de los capítulos encontraremos: los pasos que da el autor para escribirla: desde la primera idea que le surge, la búsqueda de información, de localizaciones de escenarios y la visita a esos lugares en los que enmarcará las acciones; otro plano lo ocuparán las actuaciones que realizan los dos personajes principales, con los diálogos que van desarrollando y en los que irán sincerándose y sirviéndoles para conocerse mejor, a la vez que lo hará el lector; por último, conoceremos las acciones y contactos que lleva a cabo el sicario y el intercambio de comunicaciones que mantiene con los que lo contrataron, así como los diálogos, las reflexiones y los enfrentamientos que sostendrán estos dos académicos.

La historia ocurre alrededor del año 1780. En España gobierna el rey Carlos III, un monarca medianamente ilustrado en una época de cierta apertura (en la novela se recoge su implicación decidida en la operación, a la que da su visto bueno a pesar de las presiones internas y externas de la nobleza y la Iglesia).

La historia se desarrolla en diversos escenarios: en España: la sede de la Academia, algunas calles de Madrid, caminos (con sus bandoleros incluidos), ventas, tabernas, fondas, casas de posta,…; en Francia: ventas, hoteles, embajada de España, librerías, restaurantes, cafés, salones,…

Como personajes principales el autor elige a dos personas con ideas antagónicas: el bibliotecario es un hombre conservador, católico ferviente, de aspecto desaliñado, mostrando poco interés por su cuidado físico, se asemeja más al prototipo del español de la época, tanto física como espiritualmente; el almirante es liberal, ateo, cuida su aspecto físico, defiende la razón, considera a la Iglesia como un freno al progreso, es pragmático, no cree en el honor, más bien en el sino. Los caracteres más definitorios de cada uno lo percibimos en las reacciones que manifiestan cuando se plantea algún contratiempo o algún problema más serio, como por ejemplo: el asalto de los bandoleros, el enfrentamiento entre el almirante y el noble, cuando son detenidos y arrestados, en el encuentro final de ambos con el sicario,…

A lo largo del camino, y en su estancia en París, sus temas de conversación tocarán múltiples asuntos que nos irán poniendo al día de los pensamientos encontrados que existen en la sociedad española de fin de siglo. 

Aunque el almirante culpa reiterada y obsesivamente a la Iglesia de la falta de progreso del país, de tenerlo sumido en el oscurantismo, hay que recordar que aún actúa la Inquisición, el bibliotecario, hombre de costumbres religiosas, hay veces que le da la razón y opina que hay que tender puentes para hacer compatible la fe con la razón, pues las dos las considera necesarias. Y ahí, ellos y los libros juegan un papel muy importante.

El viaje les servirá para terminar siendo dos grandes amigos, a pesar de la disparidad de sus ideas.

También elegirá el autor a otros dos compañeros académicos contrapuestos para tratar de impedir que las ideas de la Encyclopédie lleguen a España. Uno de ellos es periodista ultraconservador y católico, que cuenta con el apoyo de la nobleza reaccionaria y el clero para editar una revista literaria desde la que se opone a todo lo que huela a progreso. El otro es un filósofo liberal, vanidoso, presumido y egocéntrico, sólo cree en “su filosofía”. Aunque sus pensamientos no coinciden, sí se ponen de acuerdo en esa tarea de oposición.

Al contrario que la primera pareja, estos acabarán profundamente enfrentados, llenos de odio y desprecio.

Los años en los que se desarrolla la obra son tiempos convulsos porque es una época en que se produjo un auténtico enfrentamiento entre la razón y un pensamiento dogmático y reaccionario, que, entre otras cosas, sirvió de caldo de cultivo de lo que luego fue la Revolución Francesa.

El autor retrata una época con un importante trasfondo ideológico, la Ilustración, y de las diferentes maneras que tuvieron franceses y españoles de encararla y de asimilar los nuevos valores que traía consigo.

Al final de la novela, el autor introduce un guiño romántico en la figura del hombre hierático y pragmático que le da un aire más humano.


La próxima reunión será el martes 14 de junio para comentar la novela "El enredo de la bolsa y la vida", de Eduardo Mendoza, que pondrá término a la temporada del Club de Lectura.

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