martes, 14 de diciembre de 2021

Club de Lectura. Diciembre 2021

El Club de Lectura "Ben-al-Arte" se reunió el martes 14 de diciembre, en las dependencias de la sede de la Asociación, para comentar el libro "La Hermandad de la Buena Suerte" de Fernando Savater.

Entre las conclusiones generadas en el debate, aquí tenemos un resumen.

La novela intenta ser de intriga, algo que no logra pues todo parece muy superficial, sin hondura, sin grandes enigmas, más bien parece una historia simple, sin sorpresas llamativas.

La obra está salpicada de pensamientos filosóficos o metafísicos.

El trasfondo de la historia es el mundo de la hípica, con sus cuadras de caballos y la rivalidad entre sus dueños, la parafernalia de las carreras que lleva aparejado el mundillo de las apuestas y su carterista incluido, lo que se mueve alrededor de todo esto con personajes que bordean la legalidad y rayan, si no sobrepasan, la delincuencia.

La novela se sitúa en los siguientes parámetros: el considerado un caballo invencible no sólo ha sido vencido en una de las carreras considerada internacionalmente de las mejores, sino humillado al haber finalizado tercero, dándose además la circunstancia de que los dos primeros caballos pertenecen a la cuadra rival, cuyo dueño había pujado por hacerse  con la propiedad del mencionado caballo, fracasando en el intento y siendo adjudicado al dueño actual.

El caballo, “Espíritu Gentil”, no ha vuelto a correr desde entonces y el público duda si volverá a las pistas o se ha retirado definitivamente. Pero el dueño tiene la respuesta, aunque no la ha hecho pública: quiere que su caballo corra esa prueba, para la que falta un mes, y pueda vengarse de los que lo vencieron el año anterior y después retirarlo definitivamente.

Para llevar a cabo su proyecto tiene un gran problema. El jockey, con el que su caballo ha ganado siempre pues el día que perdió no lo montaba él, lleva algunas semanas desaparecido y necesita encontrarlo a toda costa pues piensa que sólo con él podrá conseguir la victoria.

Contrata a una persona, dedicada a realizar “servicios especiales”, con la única misión de que le traiga al jockey desaparecido, no sabe si voluntariamente o secuestrado, para que pueda participar en la carrera montando su caballo. Este personaje, que ha heredado este trabajo de su padre, muerto en una emboscada, se rodea de otros tres secuaces, aventureros y mercenarios, de lo más variopinto, que además luchan, cada uno de ellos, con los fantasmas de su pasado: un licenciado en Filosofía, especializado en pensadores racionalistas holandeses del siglo XVII, que tuvo que abandonar el seminario por escándalo sexual con un compañero, ex-alcohólico y que sufre continuas pesadillas; otro que no pudo acabar sus estudios de medicina y farmacia, por alguna praxis ilegal, que quiere explicarlo todo por la razón y la lógica, nada de azar, y que además habla continuamente con su mujer muerta, como si siquiera viva, contándole todo lo que le ocurre; el último, tiene un espíritu militar, cargado siempre con su arma e incluso con vestimenta apropiada, había trabajado de guardaespaldas con el padre del jefe, lo acompañaba cuando este fue asesinado, y que tiene la costumbre de adornar cada situación de una música, de película o serie, silbada o tarareada, que guarde relación con lo que ocurre en ese mismo momento.

Con este grupo tan singular empiezan las pesquisas para encontrar al jockey.  Durante la investigación iremos descubriendo unos personajes de lo más estrafalario, como por ejemplo, un grupo de ellos que se constituyen en Hermandad de la Buena Suerte que, después de una intrincada explicación metafísica, su Hermano Mayor (paradójico porque es de muy baja estatura) les resume que su objetivo es reunirse cada semana y hablar de casos de personas que disfrutan de “buena suerte”, pero no una suerte pasajera, coyuntural o esporádica, sino permanente, como por ejemplo, un hombre que cada vez que juega a la ruleta, gana (Ellos lo comprueban “in situ”. A esa Hermandad pertenece también el jockey que están buscando.

Los últimos capítulos ganan en acción, se empiezan a resolver enigmas y se llega a las escenas finales, parodiando un programa de retransmisión televisiva de la carrera de caballos y dejando un final sin cerrar.

Aparecen diversos lugares: pista de carreras, cuadras, espacios que pueden ocupar los distintos espectadores en el hipódromo, un espacio cutre adornado con efectos y fotos relacionados con la hípica, donde se llevan a cabo variadas formas de juego de azar, en el que se reúne la Hermandad; un local adornado con fotografías de cantantes de ópera donde cantan viejas glorias de la ópera; una isla con leones;…

A lo largo de la novela aparecen variadas reflexiones sobre el concepto de azar y suerte, y dónde podemos hallarla, sobre el amor, el deterioro físico y la muerte.

Se dan algunas paradojas, como, que los personajes principales sobre los que pivotan la historia, uno es un caballo y el otro es el jockey que lo monta, que apenas interviene en una parte mínima de un capítulo; un fotógrafo que quiere cometer un atentado hablando continuamente del arma, y al final se comprueba que no lleva ningún arma.

También podemos ver el estereotipo de “chica mona” que trabaja en televisión y donde la preparación del tema de la entrevista no importa nada, y mucho menos su preparación cultural.

La próxima reunión se mantendrá el próximo día 11 de enero de 2022 para comentar la novela "Peter Camenzind", de Hermann Hesse.

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