Una nueva novela de Isaac Rosa. Publicada a finales del año 2018.
El autor juega con el título, quizás debería ser Final feliz, porque la historia también está escrita en sentido inverso: empieza en el epílogo y finaliza con el prólogo. Se inicia con la separación definitiva y va rebobinando hasta acabar en aquella tarde en la que una vida en común, que duró más de diez años, empezó con una simple mirada "romántica".
La novela se inicia con la separación y el desmantelamiento del domicilio familiar de Angela, profesora, y Antonio, articulista de prensa y escritor.
Es un relato a dos voces. Esas voces van apareciendo a lo largo de la historia de forma alterna, al principio monólogos largos, más adelante las intervenciones son más cortas, parece más un diálogo, un intercambio de cartas o mensajes, que se mezclan en el mismo párrafo, se pisan, les puede más la ansiedad que la reflexión. Esas reflexiones se elaboran de uno contra otro, nos muestran dos puntos de vista sobre el mismo hecho. Antonio habla de gestión del deseo, de economía, de gráficas (traduce el amor a gráficas). Ángela habla de un amor romántico, pero suele acabar en los prejuicios y en los estereotipos; quiere usar el amor para cambiar el mundo, pero posiblemente sea el mundo el que los cambie a ellos. El verbo amar, con el paso del tiempo, puede derivar en querer o incluso desear.
En el intercambio de reproches se produce un reparto de culpas, van apareciendo recuerdos y vivencias (a veces también positivos y agradables), momentos cuasi pornográficos, los sentimientos al desnudo, momentos de vidas grises, pero sobre todo con mucha crudeza, datos fríos (laborales y económicos), de gran realismo, lo que hace el relato totalmente creíble. El lector se ve reflejado en muchas de las situaciones que se muestran.
En el intercambio de opiniones podemos sacar la conclusión de que hablan mucho pero hay una mala comunicación, como en muchas parejas. Con el tiempo van aflorando los sueños rotos, las ilusiones perdidas, los proyectos abandonados, las valoraciones enfrentadas en las relaciones con los hijos,... Como se preguntan los protagonistas: ¿En qué momento las cosas se torcieron?
Abunda el uso de metáforas, por ejemplo, el deterioro del matrimonio marcha al mismo ritmo de ruina que el de la casa de alquiler en la que viven; el pasado se convierte en un parque temático por el que pasear de vez en cuando, los aniversarios son una forma de hacer turismo.
A pesar del amplio catálogo de opiniones y reflexiones, al lector le quedan muchas dudas: ¿El bienestar laboral y económico marcan el nivel de la felicidad? ¿La curva de la felicidad de una pareja corre paralela a la de la cuenta bancaria? ¿Son tan bonitas las historias de amor de los ricos como la de los pobres? ¿Qué papel juega el feminismo en la crianza natural de los hijos?¿Se puede equiparar el funcionamiento de una familia con el manejo de un negocio? ¿Hay alternativa real a los viejos modelos de relaciones matrimoniales?
Aunque la obra mantiene un alto grado emocional, también se incardina en un contexto social y económico en el que aparecen reflejos de la problemática del momento: crisis económica, aumento del paro, pateras,...
Una obra que da mucho más de lo que se podría esperar de una separación matrimonial. El autor sigue en su linea de buen manejo de la escritura, rico vocabulario y el mantenimiento de la tensión en el lector. El empezar por el final no quita ni un ápice de interés a la obra.
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