La noche del pasado viernes, asistimos en el restaurante Plaza de Benalmádena Pueblo, a un magnífico recital de poesía que nos ofreció el poeta Ángel Arenas. La lectura de los poemas se fueron intercalado entre un menú de distintos platos regados con buen vino.
Repartió su lectura en tres partes, utilizando para cada una de ellas uno de los libros que tiene editado.
En la primera parte nos recitó poemas de su juventud, de sus inicios, de sus primeras vivencias. Algunos estaban escritos en lugares alejados de su tierra y estaban impregnados de ese aire de nostalgia, de añoranza, pero encerraban, al mismo tiempo, esa mirada de lo que se empieza a descubrir.
En la segunda tanda nos introdujo en un mundo más reivindicativo, de la lucha que llevan a cabo los más desfavorecidos, las reivindicaciones de los derechos inherentes al ser humano. El poeta pone voz a los que no son oídos por el resto del mundo.
La tercera lectura la dedicó a la parte más intimista y personal, nos habló de los más cercanos, de los que reciben su cariño y se lo devuelven a él. Ahí aparecieron su mujer, sus hijos,...
Ángel es un poeta variado en sus temas, capaz de utilizar un vocabulario duro cuando hay que reivindicar, pero tornarlo en palabras dulces cuando se trata de hablar de amor, de los suyos, de su tierra,... En cualquiera de las formas es muy cuidadoso a la hora de montar los poemas, cuida todos los detalles y las figuras expresivas, buscando siempre conmover al lector o, en este caso, al oyente.
Una velada muy bonita en la que pudimos disfrutar de la palabra y el contenido de la obra del poeta, de una buena degustación de productos elaborados con todo el cariño por Miguel y del trato siempre agradable de su compañera María Isabel. Una experiencia nueva para la mayoría de los asistimos y que esperamos volver a repetir.
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