viernes, 26 de octubre de 2018

El misterio de la cripta embrujada. Eduardo Mendoza

Esta novela fue publicada en el año 1979.
 
La obra sigue la misma línea humorística (satírica) de otras del mismo autor. Ya el inicio marca el camino que va a seguir: un policía y una monja se presentan en un manicomio (psiquiátrico) para que uno de los pacientes (ya conocido por el policía pues fue el que lo detuvo por delincuente), les ayude a esclarecer la misteriosa desaparición de una alumna de un colegio interno de monjas, a cambio quedará en libertad, pues se da por sanado. Esta desaparición coincide con otra acaecida seis años antes y que se cerró sin aclarar lo realmente sucedido.
 
Es el paciente, transformado en detective, el que nos va narrando la historia de forma lineal y en el que van apareciendo diversos personajes, mayoritariamente pertenecientes a las clases socialmente más degradadas, en contraste con familias pudientes, que el autor las relaciona con corrupción, falta de ética y extraña moral.
 
El detective desarrolla su investigación recurriendo a entrevistar a distintos personajes que, de una forma u otra, tuvieron conocimiento o alguna relación con la desaparición ocurrida seis años antes. Una noche una alumna desaparece de forma inexplicable, pues materialmente es imposible salir del recinto escolar. Dos días después vuelve a aparecer en su cama como si nada hubiese pasado. La investigación del caso se cierra sin aclarar nada de lo ocurrido. Ahora ha vuelto a desaparecer una nueva alumna en similares circunstancias y es lo que se quiere investigar.
 
El protagonista es un especialista en buscarse situaciones absurdas, rodeadas de humor, de las que siempre escapa por los pelos y sufriendo un deterioro en su aspecto exterior que lo hace parecer más bien un pordiosero del que hay que alejarse, sobre todo por su olor.
 
Entre todos los personajes que aparecen, el que más le ayudará a resolver el caso será la amiga de la primera desaparecida, Mercedes, que a raíz del hecho sufre una especie de "destierro" en un pueblo pequeñito alejado de Barcelona.
 
Una vez aclaradas ambas desapariciones, la novela tiene un cierre quizás sorprendente para lo que espera el lector.
 
La novela reúne varias características comunes a la obra de Eduardo Mendoza y que en esta novela serían:
- La narración se expresa de una manera humorística, aunque sea una novela de intriga o misterio.
- El protagonista tiene una forma muy rebuscada de expresarse para ser un personaje de los bajos fondos, más parecida a la prosa cervantina.
- Hace una sátira de la moral y la ética de la sociedad en la que se mueve, el inicio de la transición.
- Refleja el ambiente social y pícaro de la ciudad de Barcelona en esa época, con elementos fácilmente identificables por los que la conocieron.
 
Es una novela corta, que, aunque contenga algunas expresiones rebuscadas, es fácil de leer y bastante entretenida, que invita a una lectura rápida y relajante.

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