La habitación oscura fue publicada en el año 2013. Obtuvo el Premio Cálamo Libro del año. Premio
Revista Quimera. Mejor Libro de Narrativa del año.
Un grupo de jóvenes, la mayoría estudiantes,
gracias a un accidente en el local en el que se reúnen con regularidad,
principalmente los sábados, deciden convertir una habitación del sótano en una
habitación totalmente a oscuras en la que se meten al principio para practicar
sexo de forma anónima y sin reglas. En esa habitación también está prohibido
hablar.
En sentido metafórico está utilizada como una forma de rebelión generacional a todo lo establecido de forma convencional.
A lo largo de quince años esta habitación va
cambiando su función pues con el paso del tiempo las favorables perspectivas de
futuro en sus trabajos se han trocado en una crisis no programada, la ley no escrita de que los
hijos han de vivir mejor que los padres se ha convertido en el descalabro de
toda una generación y ahora hay paro, contratos basura, trabajar en lo que
salga y cuando sea, maltrato empresarial,…
Ahora la habitación oscura sirve de refugio ante la
pareja, los hijos, los familiares, los patronos, ellos mismos,… Algunos buscan la soledad, otros un simple refugio, a veces algunos vuelven a las intenciones primigenias,...
Tras quince años, la habitación ha llegado a su
fin y la novela va repasando cómo ha transcurrido este tiempo para los personajes
que, aunque aparecen doce con sus nombres de pila, no sabemos si son algunos más.
Como en obras anteriores del mismo autor, no se profundiza en la descripción de los personajes.
El retrato de los personajes es el retrato de toda una generación que se creía con derechos indefinidos a un bienestar inalterable, que se ha derrumbado, que ha dado al traste con todas sus ilusiones y les cuesta asumirlo.
No hay desenlace por
lo que, como en otras obras del escritor, es el lector el que podrá poner el
broche que desee.
La obra consta de 8 capítulos numerados e intercalado entre
ellos otros 7, más cortos, con la introducción REC (palabra que utiliza las
video-grabadoras cuando están grabando) que nos describen las imágenes que se
ven desde un portátil o una tablet.
La narración hay veces que aparece en segunda persona, otras es en plural, no sabemos si quien nos habla es hombre o mujer,...
El autor tiene un buen manejo del uso del idioma y del vocabulario.
Con este esquema Isaac Rosa nos habla de otros
temas de actualidad: violabilidad de la intimidad, protestas ciudadanas, desahucios,
espionaje informático,… Y nos deja una pregunta que cada uno deberá responder a nivel individual: ¿Dónde está la línea roja de la
lucha del trabajador ante este panorama?
También ha sido llevada al cine.
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