Es una novela
coral, no tiene un protagonista claro, más aún cuando son varias las historias
que se narran, independientes pero que acabarán cruzándose.
Vamos a ir
conociendo un buen número de personajes y serán ellos mismos los que nos vayan
dando cuenta de las distintas historias que terminarán dando forma al puzle que
conforma la novela. Estos son de lo más variado: hombres y mujeres de
diferentes edades, desde adolescentes a ancianos, de diferente nivel cultural y
nivel económico, pero todos arrastrando un gran peso interior con heridas
profundas y quizás cierto grado de locura (quizás siguiendo la estela de la
cita de Chesterton).
Los
personajes son muy importantes en la novela, son bastantes complejos, el autor
ha realizado con ellos un gran trabajo psicológico, pero tienen algunas
características que todos comparten: están rodeados de muerte, en distintas
formas han sufrido o provocado pérdidas importantes y valiosas, y no sólo de
vidas; huyen, y, aunque a veces se muestren perdidos y abatidos, en otros
momentos aparecen atisbos de ligera esperanza, como esos primeros rayos de sol
que luchan contra un mar de nubes y que apenas vislumbramos entre los
acantilados y el horizonte de un mar a veces bastante bravío. Todos ellos cargan
con el peso de la memoria, o el peso de la culpa o el peso de la angustia ante
la pérdida de un ser querido.
Al ser
personajes poliédricos, hay veces que se podrá empatizar más con ellos y otras
veces sus actuaciones nos dejarán bastantes dudas.
Además de la
muerte están presentes el maltrato, el acoso, la venganza, la vergüenza, la
huella de heridas arrastradas desde la infancia, o de las sufridas ya de
adultos, y cómo han ido marcado la personalidad de cada uno de ellos.
Las historias
que nos presenta la novela son: la trágica actuación de un pederasta, que tiene
la característica de ser el único personaje notorio que aparece sin nombre, es
denominado simplemente como “hombrecillo”, la intervención de un policía y las
secuelas que deja el hecho en varios personajes; el maltrato sufrido por una
mujer, su huida y la desaparición de su hija; hay referencias a la dictadura
argentina, las torturas y los desaparecidos, concretados en un grupo de amigos.
Todas las historias
irán confluyendo, intercomunicándose, mezclándose los diferentes personajes en
nuevas historias y aparecerá el devenir de la vida cotidiana de un pequeño
pueblo pesquero de la costa gallega (Costa da morte) tan marcada por los
trabajos en el mar y la climatología.
Son también
muy importantes los distintos escenarios que aparecerán a lo largo de la
historia: Costa da morte, con sus características de la fuerza del mar, la
dureza y el abismo de los acantilados, el peso del cielo poblado de todos los elementos
como nubes grises, el viento, la lluvia, el temporal, que provocan la
incertidumbre permanente en sus habitantes; Málaga, con características
totalmente diferentes pero que también oprimen a los actores, el calor, la
aridez del terreno, la suciedad que genera el abandono, provocando todo ello,
en cierto sentido, una actitud violenta; Alemania, tierra de esperanza y de
ilusión como refugio del que busca una salida al malestar individual que sufre
en su propio país; Barcelona, ciudad cosmopolita donde, en teoría, es fácil
pasar desapercibido y, por tanto, servir de escondite al que huye.
Son muy
importantes e impactantes los diálogos que llevan a cabo torturador y víctima
de la dictadura argentina (antiguos amigos, además), donde salen a relucir la utilización
de la excusa de la obediencia debida y el empleo de diversas técnicas de
tortura, tanto físicas como psicológicas, que lo que persiguen en el fondo es
la destrucción humana total.
A lo largo de
la novela hay bastantes referencias a la música, tanto porque la producen y
ejecutan algunos de los personajes o bien porque la oyen a través de
reproducciones, así como referencias a
algunos autores.
Llama la atención la abundante relación de los personajes con el mundo del arte y la producción artesanal.
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