La obra se
compone de un conjunto de relatos que tienen sentido de forma individual, pero
visto en conjunto tiene las características de una novela corta, pues al final
refleja la vida cotidiana, junto a los pensamientos y reflexiones de un
personaje que se dedica a su trabajo y tiene una familia, podríamos decir,
estándar, compuesta por una mujer, también trabajadora, y dos hijas pequeñas.
Los relatos
siguen un orden cronológico pero los temas tratados son aleatorios, guardando
siempre relación con la vida del protagonista.
El
protagonista se llama José Martín, nombre que conoceremos cuando ya ha
transcurrido una parte de la obra, al igual que su profesión, que no aparecerá
hasta el final de los relatos, que representa a una persona “normal”, que no
destaca en nada, con una vida estereotipada, de costumbres fijas e inamovibles,
con pensamientos representativos de la
época que retrata, alguien al que podemos considerar incluso mediocre, pero hay
que tener en cuenta que la mayoría de la población puede entrar en esos
parámetros.
A lo largo de
los relatos nos pondrá al día de cómo es la convivencia con su mujer, la relación
que mantiene con sus hijas, con los compañeros y compañeras de trabajo y las
reflexiones que las acompañan, que definen perfectamente al personaje. También
nos pondrá al día de sus gustos y aspiraciones, y el modo de intentar que se
materialicen.
El autor nos
pone en antecedentes del origen de la obra, marcada por la época en la que
compartía el trabajo con el nacimiento de su hijo y el cambio de vida que
supuso, ante todo por la falta de tiempo para llevar a cabo todas las tareas
que hasta ese momento realizaba. Esa situación de agobio lo llevó a escribir
esta obra sin grandes pretensiones, que podríamos interpretar como un
“desahogo” ante una situación estresante. De ahí que no haya trama ni
desenlace, simplemente pretende reflejar situaciones simples que suelen ocurrir
en la vida de cualquier ciudadano de las mismas características del
protagonista, sin que ello conlleve consecuencias, ni haya que obtener
conclusiones.
No todas las
situaciones planteadas en los relatos son autobiográficas, algunas incluso son
totalmente ajenas, como por ejemplo, el gusto por el fútbol, ya que al autor
nunca le ha atraído ese deporte.
Algo en lo
que la mayoría coincide es en que plasma situaciones cotidianas que son
bastante creíbles porque incluso algunos se han podido ver retratados en varias
de las situaciones que aparecen en los relatos, se pone como ejemplo las
relaciones íntimas de pareja cuando hay hijos en la vivienda familiar.
Hay varios
temas que aparecen a lo largo del texto y que son comentados por el autor y los
asistentes: la vida en una gran ciudad con los atascos provocados por el
tráfico; los comentarios sobre ascensos, sustituciones,…, entre compañeros de
trabajo; las rutinarias compras en el supermercado; las salidas con parejas
amigas y las actitudes que eso provoca, desde la preparación a los comentarios
posteriores; muchos momentos nostálgicos, desde costumbres de la niñez,
celebraciones, repaso al álbum de fotos…; la aparición de la muerte, aunque sea
ajena; la importancia de las pequeñas cosas; la preocupación por el físico
cuando los años van pasando; el disfrute y la problemática de las vacaciones;…
Todo muy común y conocido, o sufrido, en carne propia.
También
comentamos otra de sus obras, “La broma de Dios” que fue publicada en el año
2021, por Editorial Adarve, contiene 446 páginas.
Desarrollada
principalmente en la ciudad de Málaga, nos presenta parte de la vida de su
protagonista, Santiago Abad, comerciante con un negocio de artículos religiosos
en una pequeña tienda ubicada en el centro de la ciudad.
Esa vida nos
la presenta en tres momentos distintos: los recuerdos del protagonista de la
época de la niñez, marcados por la doble personalidad de su padre (dentro y
fuera del domicilio familiar); su vida en la actualidad de la novela; y los
instantes anteriores a que tuviera que abandonar su trabajo, su familia, su
ciudad y huir a Granada, dando un vuelco total a su situación y mostrándonos
los motivos que lo provocaron.
Esta novela
nos muestra diversos puntos de vista de la religión y la religiosidad de
algunas personas y colectivos, las consecuencias que acarrean en algunos casos, como por ejemplo, el sentimiento de culpa
que nos inculca la religión católica, cómo se manejan los centros de poder, la
separación de las clases sociales en espacios concretos, el mundo de las apariencias,
la hipocresía,…
El autor
comenta algunas actuaciones llevadas a cabo para documentarse sobre el tema,
porque, a pesar de ser un amante de las tradiciones no es un hombre unido ni a
la fe ni a la práctica religiosa.
El autor da
cuenta de los avatares acaecidos hasta dar a luz la obra. Se comentan algunas
anécdotas relacionadas con la obra y el mundo cofrade malagueño, incidiendo en
ciertas acciones movidas por la hipocresía, la incoherencia, las relaciones de
poder y las apariencias, y sobre todo alejadas del sentimiento verdaderamente
religioso.
Toda la obra
está impregnada de religión, en gran parte con un sentido crítico. En el
coloquio entablado se tocan temas diversos, como por ejemplo, cómo se saca a la
mujer de la Iglesia, cómo se la relega a un papel secundario, algo que no se
entiende si nos atenemos a los escritos bíblicos; también se habla de la
relación religión-política, con ejemplos reales de ciertas polémicas conocidas
de la ciudad de Málaga.
El autor fue
respondiendo a algunas cuestiones planteadas por los lectores, entre ellas el
papel que representa la figura del perro, un personaje más, presente a lo largo
de la novela. Queda claro que es una metáfora que da pie a diversas
interpretaciones, que cada lector podrá concretar más.
También comenta
algunas anécdotas de su trabajo en un periodo que ejerció como psicólogo y en
su esfuerzo de investigación para la confección de algunas de sus obras.
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