martes, 21 de marzo de 2023

Poema Gigante

Miembros de la Asociación Ben-al-Arte han participado esta mañana, día 21 de marzo, Día Mundial de la Poesía, en la confección del Poema Gigante que se ha instalado en el paseo que hay delante de la Casa de la Cultura de Arroyo de la Miel, aportando varios poemas.
Este año la actividad, abierta a toda la ciudadanía, se ha dedicado al Bienestar Emocional Infantil y Juvenil.


Tras la presentación del acto por parte de las autoridades y los organizadores, se ha procedido a la lectura de varios poemas aportados por algunos de los concurrentes.


Algunos de los participantes: Conchi Torres, Jesús María de Castro, Emilia García y José Manuel Portero.


Los poemas fueron añadidos para que formaran parte del poema conjunto.


¡Gracias a todos por vuestra participación!

jueves, 16 de marzo de 2023

La bibliotecaria de Auschwitz. Antonio G. Iturbe

El Club de Lectura Ben-al-Arte ha programado para el día 11 del mes de abril de 2023 la lectura de la novela "La bibliotecaria de Auschwitz", de  Antonio G. Iturbe. 

La reunión se iniciará a las 18:00 horas, en el local de su sede. La asistencia es abierta hasta completar aforo.

Este es el cartel anunciador. 

Club de Lectura. Marzo 2023

El Club de Lectura "Ben-al-Arte" se reunió el martes 14 de marzo, para comentar la obra "Los versos de la medusa", de Víctor Frías Jiménez, con la asistencia del propio escritor para departir con los lectores.

Aquí podéis leer parte de los comentarios aportados por los participantes en la reunión.

La novela narra la vida de varios personajes, con dos de ellos, mujeres, en el centro de la trama, con hechos que ocurren con quince años de diferencia.

Las acciones se desarrollan mayoritariamente en la ciudad de Málaga, en la barriada de Pedregalejo, en el paseo marítimo, aunque también aparece una ciudad pequeña del interior de España sin identificar en la novela.

La historia comienza cuando se conocen las dos protagonistas: una está de vacaciones con su padre en la ciudad de Málaga, la otra ayuda a su padre en uno de los chiringuitos del paseo marítimo de la ciudad. Ambas acaban de alcanzar la mayoría de edad. La relación que entablan tiene distinto enfoque, pues una de ellas tiene sentimientos claros y profundos pero no los muestra de manera explícita sino a través de poemas, y la otra o no los ve o no quiere verlos.

El verano se acaba, padre e hija vuelven a su lugar de residencia, pero ese viaje ha dejado consecuencias que alterarán profundamente la vida de la joven veraneante, que da lugar a algunos momentos que alcanzan tintes sombríos e incluso trágicos.

Conoceremos cómo cambia la vida de la joven a lo largo de quince años.

Pasados esos quince años, esta protagonista vuelve a recalar en el mismo lugar de veraneo en busca de la amiga a la que conoció el mes de vacaciones. Pero ahora viene huyendo, envuelta en un halo de miedo a lo desconocido y acompañada de una hija adolescente que porta una mochila cargada de problemas.

Las circunstancias que se encuentra se asemejan poco a aquel mundo jovial y feliz que ella conoció de joven, su cabeza da vueltas porque en la búsqueda de soluciones ella no sabe qué quiere, qué busca en realidad, por qué ha venido a este lugar, y la falta de confianza en sí misma no la ayuda; a eso hay que sumarle el agravante de su autoestima por los suelos y una hija acuciada por sus propios problemas personales y que ella desconoce porque no mantienen ningún tipo de comunicación.

Mientras que la pareja madre-hija intenta buscar el encaje en ese lugar ahora extraño y luchan por ir despejando los fantasmas que cada una arrastra, irán apareciendo otros personajes, alguno también con sus propios fantasmas y sus dudas, que irán aportando luces y sombras a sus vidas. El lector irá encajando en su propio esquema historias acaecidas quince años atrás, irá comprobando como la trayectoria de cada personaje depende de los que lo rodean más de lo que piensan, hasta completar la fotografía final en la que cada uno de ellos ocupará su espacio definitivo.

El final de la historia llega de una forma precipitada, todo adquiere una velocidad de vértigo al empezar a confluir los distintos escenarios que nos ha ido contando la novela, dando a cada uno su final individual.

El  autor nos muestra un panorama de relaciones personales donde afloran los diversos sentimientos, los problemas y las emociones de cada uno de los personajes en una amplia gama: las oportunidades perdidas, la incomprensión, la lucha contra el conformismo, la esperanza en el futuro mirando hacia adelante y olvidando el pasado; todo ello con el elemento común de la falta de comunicación general y rodeado de un tono poético, no siempre representado en los diversos poemas que aparecen, pues a veces estos parecen prosa y a veces la prosa encierra un tono poético.

Se tratan en la novela otros temas de actualidad: acoso escolar (bullying), violencia de género, actuaciones de las pandillas juveniles, corrupción política unida al urbanismo y la construcción,…

El título de la novela es el mismo que el de la portada de un cuaderno que ha escrito una de las protagonistas de la novela y que contiene un número indeterminado de poemas (que recogen reflexiones, momentos y sensaciones sobre la relación que han tenido ambas), que regala a la otra protagonista.

Medusa, que da título a la novela, era una diosa de la mitología griega cuyos cabellos fueron convertidos en serpientes, semejante a los cabellos en rastas que portan dos de los personajes de la obra, aunque en la misma también se habla de las medusas marinas que suelen aparecer en el litoral mediterráneo en verano, y que también juegan un papel importante en la trama de la novela.

Los lectores han ido planteando sus opiniones y dudas al autor, que ha ido mostrando sus intenciones con la novela, su forma de trabajar, sus gustos,…

Como cierre del encuentro uno de los lectores procedió al recitado del poema final, "Los valientes", algo que todos agradecieron.


La próxima reunión está prevista el día 11 de abril para comentar la novela "La bibliotecaria de Auschwitz" de Antonio G. Iturbe.

miércoles, 15 de marzo de 2023

La caricia del agua. Victor Frías Jiménez

Fue publicada en el año 2021. 
Es la tercera novela del escritor malagueño Víctor Frías.
La obra está dividida en capítulos que hacen mención a las fases de la luna, a la conjunción de los astros y por último lo que denomina "La noche de las candelarias", un guiño nostálgico a un pasado familiar.
A lo largo de la historia aparecen un buen número de personajes pero podemos considerar a tres protagonistas: un mendigo, que sufre la paradoja de desear que nadie se fije en él hasta el punto de denominarse a sí mismo como el "invisible" y aparecer sin nombre, pero él si se fija en todo y en todos los que lo rodean; una joven que trabaja como masajista en unos baños árabes, que tiene un don especial que intenta controlar; un joven con un trabajo precario en hostelería y que sueña con tener su propio negocio.
Los tres protagonistas tienen elementos en común: los tres están insatisfechos con su situación actual, todos ellos aspiran a salir de ella para mejorarla y todos dudan sobre qué hacer para conseguirlo.
La acción se desarrolla en dos escenarios principales de Málaga: los alrededores del mercado de Salamanca y una parcela con una pequeña construcción y un huerto junto al río Guadalhorce.
A través del mendigo, que habla en primera persona, y del narrador, vamos a ir conociendo a la amplia amalgama de habitantes del barrio, a los familiares, los compañeros de trabajo y las distintas ocupaciones que cada uno tiene.
El mendigo es un gran observador y nos va introduciendo en la vida del barrio, sus entresijos, las rencillas entre sus moradores, su propia problemática existencial, siempre con un toque de intriga y misterio.
La masajista vive sola después de haber discutido con sus padres (más bien con su padre) y sufre un drama personal en el que intenta identificarse con ella misma y cómo interactuar con los demás. No está satisfecha con su trabajo, pero ante eso y con vistas al futuro sólo encuentra dudas e indecisión. 
El hostelero vive solo pero pertenece a la familia que posee la finca rural y cuyos miembros conviven pero en realidad no se conocen, no saben de sus sueños, sus aspiraciones, sus secretos,... Un padre que sólo insiste en la importancia de la voluntad para hacer cualquier cosa; un hermano acomodado a la vida conocida y el recuerdo del pasado, las tradiciones y las costumbres; y una sobrina pequeña rodeada de fantasía y entusiasmo. La familia es el obstáculo para alcanzar su objetivo.
El agua está presente a lo largo de toda la novela, jugando un papel primordial en las historias individuales de los personajes: en la piscina del gimnasio al que acuden por separado dos de los protagonistas; en los baños árabes en el que trabaja la protagonista; en la alberca de la casa rural junto al río; en el propio río; en la lluvia casi continua que cae sobre la ciudad y golpea los cristales; en la ducha reparadora que sirve como elemento relajante y liberador; en el mar,... La masajista también la utiliza para canalizar las emociones de sus pacientes y las suyas propias. Como aparece en el texto, el agua acaricia pero también nos impacta y nos golpea.
Tres ideas envuelven toda la acción de la novela: secretos, o desconocimiento, que nos hace tener conceptos distintos de la misma realidad, condicionando además la opinión propia; la necesidad de cambio, mostrada por los propios personajes; y ruptura de la convivencia, que según los casos puede ser con la familia, con los amigos, con los vecinos, con la sociedad,..., llegándose a plantear en algunos casos si mantener las desavenencias merece la pena.
El autor nos muestra cómo las vidas de los personajes se van entrecruzando, sin que ellos lo perciban, sin saber las influencias de unos sobre otros; sólo se lo hace saber al lector, al que va metiendo en la trama hasta el punto de conversar con él, incluso interrogándolo a veces.
El autor también aparece en la novela a través de dos de sus obras "Los versos de la medusa" y "Los seres transparentes". La masajista hará conectar algunos de los poemas con sus sentimientos, con sus traumas, posibilitando que se enfrente a ellos. 
Los diálogos que emplea son cotidianos y a través de ellos conoceremos la vida en los corralones (un tipo de vivienda modesta, de tipología arquitectónica popular y de carácter plurifamilar que proliferaron por los barrios de La Trinidad y El Perchel en Málaga durante el s. XIX y principios del XX. Es un tipo de vivienda tradicional, generalmente de dos plantas, con casas que asoman a una galería voladiza y dispuestas en torno a un patio, como gran espacio común a cielo abierto, utilizado como punto de reunión de vecinos) donde se disfrutaba de los elementos cercanos y sencillos, opuesto a los problemas de convivencia con el mundo actual mucho más cosmopolita; nos mostrará los problemas de los inmigrantes muchas veces movidos por prejuicios o por tener sólo un conocimiento superficial; sabremos de actos solidarios o de desprecio hacia los indigentes;...
La escritura de la obra mezcla prosa y poesía, sin líneas divisorias, mezclándose a ratos. También sabremos de los gustos cinéfilos del autor, Hitchcock y Amenábar, de literatura, con Edgar Allan Poe, y de música.

martes, 14 de marzo de 2023

Muere Kenzaburo Oé


Kenzaburō Ōe (大江 健三郎 ]) (Uchiko, 31 enero 1935 - Tokio, 3 marzo 2023)​ fue un escritor japonés, conocido por haber sido el segundo de su país en ganar el premio Nobel de Literatura, en 1994. 

Con motivo del fallecimiento del escritor japonés comunicado ayer por sus familiares, EL PAÏS publica hoy un escrito del escritor Javier Cercas en el que cuenta una anécdota ocurrida en el encuentro que mantuvieron ambos en el Instituto Cervantes de Tokio, en el otoño de 2010, que me parece bastante definitoria del carácter sencillo y de profunda humanidad del escritor japonés.

Aquí os dejo parte del artículo que podéis leer completo en EL PAÏS del 14 de marzo 2023.


"Oé resultó ser un hombrecito minúsculo y sonriente que llegó al Instituto Cervantes solo y se marchó solo, que repartía reverencias por doquier, que hablaba y vestía con una humildad franciscana y que sólo llevaba consigo una humilde cartera de oficinista. De la cual no tardó en sacar unos papeles escritos a mano que se puso a leer, una vez que el moderador del acto nos presentó y le dio la palabra, en medio del silencio reverencial del auditorio. Los papeles trataban sobre Cervantes y sobre Erasmo, pero también sobre la primera novela publicada en japonés por este plumífero. Luego empezó el diálogo. Hablamos sobre todo de Cervantes, pero en determinado momento le pregunté a Oé —que había escrito su tesis doctoral acerca de Jean-Paul Sartre y había importado al Japón la noción de literatura comprometida— qué era para él, tantos años después de que hubiese pasado de moda la expresión, la literatura comprometida.

Fue entonces cuando ocurrió. Oé volvió a hablar sobre mi novela, recordó una escena recurrente en ella, en la que un joven soldado republicano baila un pasodoble agarrado a un fusil, y dijo que, cuando leyó la novela, no sabía lo que era un pasodoble y se lo preguntó a su hijo Hiraki.

(Paréntesis obligatorio. Hiraki Oé fue un niño nacido con graves deficiencias mentales, tantas que los médicos aconsejaron a su padre que lo dejara morir; pero el novelista —que por entonces acababa de cumplir 28 años y tenía una vida y una carrera literaria prometedoras por delante— no aceptó la sentencia de los médicos, y, tras una operación, su hijo siguió viviendo, y ahora mismo, gracias al amor y los cuidados de sus padres, no solo está vivo, sino que es desde hace años un prestigioso compositor musical. Añadamos que la obra de Oé no se entiende sin Hiraki, y que muchas de sus novelas —entre ellas obras maestras como Una cuestión personal o Dinos cómo sobrevivir a nuestra locura— constituyen un salvaje esfuerzo moral por asumir su responsabilidad en el destino de su hijo y un esfuerzo imaginativo asombrosamente logrado por ponerse en su piel).

De modo que Oé, según contó aquel día en el Instituto Cervantes Tokio, le preguntó a Hiraki qué era un pasodoble. Su hijo, de entrada, no pudo ayudarle mucho —a él sólo le interesa la música clásica—, pero al final, no recuerdo cómo, los dos dieron con una pieza con ritmo de pasodoble en el preludio de la ópera Carmen, de Bizet, y Oé cogió a su mujer y, en el salón de su casa, se puso a bailar aquella extraña música con ella, ante la mirada atónita de Hiraki, como la había bailado o como imaginaba que la había bailado, en un bosque remoto de un país remoto, setenta años atrás, el soldado republicano de mi novela. “Eso es la literatura comprometida”, concluyó Oé. “Una literatura que te compromete por entero, una literatura en la que uno se involucra de tal modo que no sólo quiere leerla, sino también vivirla”.

Es la mejor lección de literatura que he recibido en toda mi vida. Y no sólo de literatura.

Hoy Japón está de luto. Y yo también.