Miembros y amigos de la Asociación Cultural “Ben-al-Arte” hemos participado en una visita a la Exposición “50 años de luz y color” en el Centro de Exposiciones de Benalmádena-Costa, guiada por el propio autor, Pablo Rodríguez Guy.
Pablo Rodríguez ha ido desgranando algunas ideas sobre el
propio arte de la pintura y como los conceptos han evolucionado a través de los
tiempos, desde la pintura por encargo, en el que pagaba elegía el tema que el
artista había de desarrollar, ciñéndose estrictamente a lo ordenado, y tener
que darle el visto bueno final, algo que acarreó algún pleito entre ambas
figuras; después se pasó por la época en que el pintor disfrutaba de alguna
libertad y podía añadir algunos elementos al tema principal, ya fuera alguna
figura, paisaje o elemento decorativo de su propia iniciativa, así como dar preponderancia
a la elección de ciertos colores o ciertas técnicas; así se llega al momento en
el que el pintor disfruta de libertad absoluta para elegir el tema, las técnicas,
los colores, las formas,…
Llegados a este punto comentó que la pintura no siempre ha de
verse sólo con el sentido de la vista, porque también puede verse con el
corazón, con el detector de sentimientos que cada uno poseemos, que son también
los que ha podido poner el artista a la hora de confeccionar su obra, por eso
son tan importantes las palabras que dan título a esta bella y completa
exposición: la luz y el color. Y en eso hemos de fijarnos cuando recorremos
esta extensa y variada exposición, en el papel que juegan ambos elementos en
las composiciones de los cuadros que cuelgan de las paredes, así como en algún
audiovisual que también se puede contemplar.
Aprovecho Pablo para contarnos cuál fue el momento en el que
decide dedicarse a la pintura, igual que a un tal Pablo cegado por una luz se
cae del caballo y se convierte al cristianismo, nuestro amigo vio esa luz, esa
inspiración, al contemplar el trabajo que hacía un pintor de su pueblo, salió
corriendo, compró los primeros utensilios de pintura y,…, hasta hoy.
También comentó la evolución que ha sufrido su trabajo a lo
largo del tiempo, pues pudimos contemplar la primera pintura que realizó, así
como las diferentes técnicas que ha ido utilizando a lo largo de su extensa
vida de pintor, los diversos materiales empleados a la hora de trabajar en cada
cuadro, las diversas innovaciones introducidas,…
Pablo ha sido y es, además, un artista inquieto, lo que lo ha
llevado a viajar por muchos países de culturas diferentes a la nuestra, y en
ellas ha intentado captar “todo” del entorno en el que estaba, como decía al
principio, no sólo con el sentido de la vista, sino con el resto de los
sentidos, con el corazón, e impregnarse del sentimiento de los habitantes con
los que convivía durante el tiempo de visita de los diferentes lugares por los
que ha pasado.
Pablo es buen conversador, ameno, divertido, didáctico en sus
explicaciones y abierto a cualquier sugerencia o aclararte cualquier duda que
surja, por eso no podían faltar el que nos hiciera participes de multitud de
anécdotas que le ha ocurrido a lo largo del tiempo: desde sugerentes títulos a
algunos de sus cuadros, oídos a visitantes de sus exposiciones, hasta como en
algún país se le pudo olvidar la carpeta de sus trabajos en un taxi que lo
llevaba al aeropuerto, o que se le cayera una carpeta con sus pinturas a un río
en la India.
Una visita de lo más aprovechable, porque si ya se disfruta
la exposición sólo con contemplar la obra expuesta, el hecho de visitarla
acompañados con las animadas explicaciones de este artista tan completo hace
que la satisfacción sea máxima. Le damos las gracias a Pablo, por su trabajo y dedicación, y el esmero con todos los que acudimos a ver y disfrutar su
obra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario