miércoles, 20 de febrero de 2019

Buenos días, tristeza. Françoise Sagan

El martes 19 de febrero nos reunimos los miembros del Club de Lectura para comentar el libro de Françoise Sagan, "Buenos días, tristeza". Aquí os dejo algunos comentarios y algunas opiniones de los asistentes.

La novela nos da cuenta de las relaciones que se establecen entre los personajes de la misma.

La narradora, Cécile, es internada en un colegio al morir su madre. Dos años antes de finalizar los estudios obligatorios, su padre, Raymond, un viudo cuarentón y mujeriego con una buena posición económica y social, la lleva a vivir con él. La joven, de diecisiete años, accede a compartir una vida hedonista junto con miembros de la alta burguesía francesa.

Entre padre e hija se establece una absoluta complicidad y el mismo estilo de vida en absoluta libertad: ociosidad, inconstancia; lo que les conduce a una vida bohemia y despreocupada, no hay ningún tipo de compromiso, todo se reduce a disfrutar de los placeres que la vida les ofrece cada día.

La acción de la novela se lleva a cabo durante los meses de verano en los que su padre alquila una casa en la costa mediterránea francesa. A la casa llegan padre, hija y la mujer que en esos momentos convive con su padre, Elsa. En los primeros días Cécile conocerá a un joven estudiante mayor que ella, Cyril, que también veranea en la costa con su madre, y con el que entabla una relación superficial carente de sentimiento. Al poco tiempo llegará, invitada por el padre, una amiga de su difunta esposa, con la que ellos han seguido manteniendo relaciones, Anne.

Este quinteto de personajes forman el reparto de la novela, pero podemos decir que los dos personajes que llevan el peso de la trama son Cécile y Anne, con dos modelos de vida totalmente opuestos, entre las que se entablará una lucha de poderes, los otros son meros comparsas a los que ambas mujeres manejarán a su antojo para conseguir sus objetivos.

Cécile es una joven caprichosa que al quedar huérfana siendo aún una niña, y ser internada en un colegio, no ha dispuesto de un modelo femenino en el que mirarse. El modelo que encuentra a mano es el de su padre. No tiene familiares ni amigos de su edad con los que relacionarse, por lo que vive en soledad. Cuando encuentra a Cyril, convirtiéndose en su primer amor y el comienzo del despertar a la sexualidad, no duda en sacrificarlo posteriormente para conseguir apartar a Anne de su padre para poder seguir viviendo en su mundo de lujo y placer.

Cécile es una joven manipuladora a la vez que reflexiva, y en la que vemos reflejadas las características de la edad: irresponsable, inocente y sincera, que empieza a tener sus primeras experiencias en muchas facetas, lo que la hará madurar.

Anne es el contrapunto, es una mujer segura de sí misma, sensata, atractiva, conservadora, educada, culta, ordenada, se hace notar con su presencia, exigente en el trabajo y en el estudio, totalmente contrapuesta al desorden reinante en la familia de Cécile, quiere, por tanto, imponer orden y la cultura del esfuerzo, que suplan la vida de ocio y placer continuos.

Anne se toma la vida en serio. Para ello pone límites y programa las acciones de las obtener resultados. En este caso impone dos normas severas a Cécile:

-      Dejará de verse con Cyril para evitar un posible embarazo.

-      Programará el tiempo de estudio para que pueda sacar adelante la prueba académica a la que ha de someterse tras el verano.

Para Cécile son órdenes muy duras, pero por otro lado ve a Anne como una persona cariñosa, que la quiere, de la que comprende sus planteamientos y sus razonamientos, pero por otro lado aparece su espíritu rebelde e irreverente, lo que la sume en la confusión y la continua duda. La narradora nos muestra las reflexiones que se producen con todas estas actuaciones.

Raymond es persuadido por Anne para que ponga orden en su vida y su familia y le propone matrimonio, estando este de acuerdo. Desde ese momento toma las riendas como si fuera la señora de la casa y empieza a poner orden: horarios, comidas, buenos modales, horarios de estudio, salidas,…

La joven no está de acuerdo con el compromiso de boda que adquiere su padre, pues lo toma como una pérdida de la libertad que hasta ahora tenía, aumentan sus dudas y valora que, lo que pensaba que serían unos insoportables días de veraneo, se conviertan en su modo de vida a partir de ahora, y, como no está dispuesta a sacrificar su placentera vida, hace todo lo posible  para que rompa con su padre. Para ello empieza a confabular y organiza un plan, en el que implica a Elsa y Cyril, para echar abajo sus planes, sin medir las consecuencias, y hace que la historia acabe en tragedia.

Todo este cúmulo de situaciones inesperadas llevará a la protagonista al aburrimiento y a la tristeza, sentimiento desconocido para ella hasta ese momento.

La autora retrata bien los pensamientos y reflexiones de la protagonista que ejerce de narradora. Al mismo tiempo no realiza juicios morales sobre los comportamientos y actitudes de los personajes.

Aparecen opiniones y reflexiones sobre la familia, el matrimonio, la sexualidad,…

Vemos mucho las referencias a las manos, como símbolo  de las relaciones humanas, aparecen a lo largo de toda la novela (toca la arena de la playa, después toca la concha marina), (la añoranza de caricias), (las manos de Anne y su padre cuando se tocan), (las manos del padre)…

La obra fue llevada al cine en el año 1958 por Otto Preminger y contó en el reparto con Jean Seberg, David Niven y Deborah Kerr en los personajes principales.
 
Se valora muy positivamente la valentía de la autora a la hora de escribir esta obra, teniendo en cuenta que se produce a mediados de los años cincuenta, algo impensable, por ejemplo, en la sociedad española de la época.
La relación de la protagonista con su padre se puede interpretar como interesada, algunos observan que su nombre no aparece sino una vez ha avanzado la novela.
Hay un choque de dos formas de vida. Hay que tener en cuenta que ya en esa época era muy común en Francia que existiera una predilección por lo que se llamaba llevar una vida artística, que también podríamos denominar “bohemia”.
Algunos valoran que la novela carece de profundidad, que simplemente expone un tema con gran solvencia literaria, sin entrar en disquisiciones filosóficas pero que sin embargo tuvo una gran trascendencia en la vida social y literaria, hasta el punto de transformar a la autora en un icono.
Alguno comenta que los libros de la autora estuvieron prohibidos en algunas bibliotecas escolares y este en concreto fue marcado con alguna advertencia. Algo en lo que pudo influir el trato dado en la película.
 
 
La próxima reunión tendrá lugar el 26 de marzo y lo dedicaremos a hablar sobre el papel de la mujer en el teatro de García Lorca. Para ello trabajaremos con las obras: Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba.

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