miércoles, 14 de mayo de 2025
El mundo. Juan José Millás
Club de Lectura. Mayo 2025
La novela tiene un tono autobiográfico. Historias familiares contadas por la autora desde su visión cuando contaba con tan sólo nueve años.
La narradora,
una niña bastante inquieta, curiosa y ávida de saber, utilizando el arma de hacer
continuamente preguntas a los mayores y de observar las actuaciones de cada una
de las mujeres de su familia y las de su entorno, nos va facilitando información
sobre el desarrollo de la vida en el espacio en el que viven o los que visita,
además de iniciar una investigación, junto con un primo de su misma edad, sobre
qué es en realidad un harén. Estudio que no llega a su fin por demostrarse un
tema más complejo de lo que en un principio creyeron.
Está interesada
en aclarar las ideas porque en su propia familia existen dos harenes de
referencia: ella vive con su amplia familia paterna en un harén enclavado en la
ciudad de Fez; y en verano va a visitar a su familia materna, que vive en un
harén situado en plena naturaleza, donde no hay muros ni apenas vecinos. Los
dos son harenes, pero de características totalmente distintas, cada uno tiene
sus normas específicas de funcionamiento, sus fórmulas de convivencia, sus estratos
sociales con sus jerarquías,...
En los
harenes de las dos familias hay varios personajes femeninos en situación de acogida
por distintas posiciones de desprotección debidas a su condición social (antiguas
esclavas que han sido adoptadas, viudas que han quedado solas, separadas que
han sido expulsadas del hogar familiar,…).
La abuela
materna, que vive en el mundo rural, le explica un día qué significa el harén:
todo lugar donde rige un código de comportamiento, o qa'ida. "Por
desgracia, la qa'ida casi siempre está en contra de las mujeres", le
avisa, y le habla de las fronteras. Fronteras que en el harén de la ciudad
están limitadas por los muros, y en el caso del harén del campo por las
fronteras invisibles que están trazadas desde antaño en las mentes de hombres y
mujeres.
Porque la
novela habla de los límites y las fronteras. Ya el título nos avisa del umbral,
es decir, la separación, la frontera entre la casa y el exterior.
Pero también
nos habla de la valentía para cruzarlas o para ampliarlas. Cómo se instala en la
mente de la mujer esa cultura, haciéndoles creer que las limitaciones siempre
han sido así y son inamovibles. Nos habla de cómo es la vida familiar en casas
comunes, de la poligamia y el estado de clausura de las mujeres, explicadas por
su protección y por su seguridad, pero también de cómo cada mujer tiene un
pensamiento propio y distinto, aunque su misma familia quiera tratarlas a todas
de igual forma.
La
desigualdad imperante en la sociedad se establece a fuerza de imponer la
tradición, y la existente entre sexos es brutal, pero también lo es entre las
propias mujeres, porque no entre todas ellas existe sororidad, y esa es la base
de la competencia que sale a relucir entre las distintas mujeres que conviven
en un harén dominado por un hombre.
En el grupo
que forman las residentes de la casa en la que vive la narradora, las mujeres
de mediana edad están más próximas a los pensamientos y los sueños de las
jóvenes y a las promesas de cambio social, también provenientes desde el grupo
nacionalista de los hombres. Las mayores, principalmente la abuela paterna,
están más cercanas a continuar la tradición y están en contra de cualquier
cambio.
Al final de
la novela, vemos como la curiosidad infantil que habían compartido los primos
de distintos sexos empiezan a transformarse en opiniones específicas más
acordes con los adultos de sus respectivos sexos, resaltándose el interés de la
narradora por el mundo femenino relacionado con los asuntos de belleza y el
reconocimiento social que la hagan visible.
Hacía el interior
de la vivienda también permean ideas del mundo exterior, que se plantean con un
cierto grado de ingenuidad, teniendo en cuenta que se plantean desde la visión
de una niña, como son la actuación de las fuerzas colonizadoras, tanto españolas
en la parte norte del país, como francesas al sur; la repercusión de la segunda
Guerra Mundial y la llegada de los alemanes, algo que no entienden muy bien
desde esa visión infantil, tanto por la lejanía de su lugar de origen como por
sus actuaciones; la existencia de la esclavitud, su abolición y su lento
proceso de cumplimiento efectivo; las actuaciones del movimiento nacionalista
interior contra los ocupantes y que aprovecha la mujer para intentar conseguir
algunos derechos, que ya han conseguido en otros países árabes cercanos; y esa
esperanza de que las hijas, es decir, la siguiente generación de mujeres pueda
disfrutar de más derechos y puedan vivir más felizmente que lo han hecho ellas.
A lo largo de toda la novela, se establecen varias dinámicas de dualidad: tradición/ transgresión, encierro/liberación, inmovilidad/vuelo, dentro/fuera, silencio/palabra, abajo/arriba. Mediante el hechizo y el poder de la palabra, los sueños, el teatro y la música las mujeres emprenden un viaje de liberación soñada que las salva de las fronteras que les impone el harén. En las historias, sólo las mujeres tienen la necesidad y la capacidad de esta fuga a un mundo imaginario cuyas dimensiones no obedecen a los límites del espacio y el tiempo.
La próxima reunión la mantendremos el martes 10 de junio de 2025, en las dependencias del Centro de Mayores Silvestre González, a las 18:00 h. para comentar la obra de Juan José Millas "El mundo".
martes, 13 de mayo de 2025
Vídeo Itinerario Literario 2025
El sábado 26 de abril se realizó el Itinerario Literario organizado por el Club de Lectura Ben-al-Arte que este año tuvo por título "Maternidad, paternidad, infancia".
Aquí os dejo un vídeo, realizado por la compañera Ana Scherman, en el que se recogen algunos momentos de la lectura de todos los participantes en el recorrido por las distintas calles del municipio.