viernes, 18 de abril de 2025

Itinerario Literario 2025

El Club de Lectura Ben-al-Arte ha organizado su Itinerario Literario del Mes del Libro. Este año esta dedicado a "Maternidad, paternidad, infancia" y se realizará el sábado 26 de abril por las calles y rincones de Benalmádena pueblo.

Comenzará a las 10:30 h. desde la plaza que hay delante de la Biblioteca Pública Manuel Altolaguirre.

La participación es abierta a todos los que deseen leer.

Este es el cartel anunciador.

lunes, 14 de abril de 2025

Sueños en el umbral. Fátima Mernissi

El Club de Lectura Ben-al-Arte ha programado para el día 13 del mes de mayo de 2025 la lectura de la obra "Sueños en el umbral" de Fátima Mernissi.

La reunión tendrá lugar a las 18:00 h. en la sede de la Asociación, C/ Gardenia s/n.

La asistencia es abierta hasta completar aforo. 

Este es el cartel anunciador.

Club de Lectura. Abril 2025

El Club de Lectura "Ben-al-Arte" se reunió el martes 8 de abril, en las dependencias de la Asociación, para comentar la obra "Vengo de ese miedo" de Miguel Ángel Oeste.

Estas son las líneas más sobresalientes del relato:

La obra es una novela que recoge características de diferentes géneros como terror con destellos de thriller, crónica familiar y social de una época (los años setenta, ochenta y noventa del siglo pasado), autobiografía, conectado todo con un fondo psicológico.

La historia, que está escrita en primera persona, recoge cómo el personaje narrador, ya con 37 años, decide escribir un libro en el que cuente su vida de maltrato sufrido por parte de su familia, aunque se hace más hincapié en la violencia que ejerce el padre, partiendo desde sus primeros recuerdos hasta la actualidad, utilizando para ello su propia memoria.

El narrador pretende plasmar todas sus vivencias durante su infancia y su adolescencia, las relaciones que tuvo con su familia, pero principalmente con su padre, por el maltrato que le prodigaba, pero también con el resto de familiares, el ambiente que se producía en su casa, las relaciones son su hermano, entre sus padres,…; apelando en un principio a su memoria y después a las indagaciones que va a llevar a cabo en su entorno, peguntando a familiares y amigos, tanto propios como de su padre.

El autor integra la escritura del libro dentro de la propia novela, pues lo va haciendo sobre la marcha, así el relato corre paralelo al proceso de creación. El lector va a ir conociendo su método de trabajo, el ritmo de producción, su caminar incierto, sus paradas, sus reinicios, las supeditaciones a los momentos que dedica a la investigación o documentación, las dudas que lo invaden cuando en ciertas ocasiones los datos que recibe del exterior no coinciden con los que guarda en su memoria,…

Hay una palabra que toma protagonismo para recoger todo el sentimiento de ese periodo, es la palabra miedo y se va a convertir en el eje vertebrador de la novela.

El miedo no es el mismo al principio de la novela que al final, baja de intensidad pero no desaparece del todo. Al principio nace de la violencia, de la agresividad física y psicológica que sufre el narrador, llegando a ser un miedo tan profundo que sobrepasa el dolor físico; en la parte final de la narración es el miedo a la herencia que pueda transmitir, el miedo a que pueda llegar a reproducir en sus hijas los mismos métodos que él sufrió, y eso lo hace dudar e interrogarse continuamente sobre sus actuaciones. Pero el miedo es atávico, también lo sufrió su padre en su niñez, por parte de su abuelo, y ese es el temor que siente el narrador.

De ahí que el final de la novela quede abierto. El narrador nos dice que en la vida se cierran unas puertas y se abren otras, que con la escritura del libro ha querido cerrar una casa y abrir un hogar, y ante ese deseo nos queda la duda de cuál será la realidad futura.

El miedo lo marca todo, llega a ocupar la casa en la que viven, convirtiéndola en un antro sucio y caótico en el que reina la culpa, aflora las ansias de venganza, pero acaban imponiéndose la resignación, el desconcierto y la frustración. De ahí que la casa pueda ser considerada como un personaje más, a la que el narrador vuelve para obtener respuestas a sus preguntas, a sus dudas, respuestas que espera obtener en las huellas marcadas en sus muros, en sus puertas y habitaciones, incluso después de ser rehabilitada.

La violencia impera a lo largo de la novela, aunque más llamativa al inicio, con una escritura tan descarnada que provoca unas malas sensaciones e incluso dolor en algunos lectores, porque se activa la memoria y algunos sacan los recuerdos almacenados de una época en la que el maltrato infantil estaba permitido socialmente y hasta bien visto entre los métodos de educación.

Se ha producido un cambio social, pasamos de una maestra que desconoce la situación del alumno, a la introducción de psicólogos en la estructura educativa actual.

En la trama hay otros hechos que aparecen más suavizados, como los abusos sexuales intrafamiliares, que los muestra de manera más sutil. Por ejemplo, los hechos que nombra como Acacias o lo que ocurre en el baño cuando el padre sale de la cárcel, se muestran de forma más comedida, utilizando metáforas, imágenes comparativas, para evitar el morbo, aunque con palabras duras.

También aparecen otros temas de gran importancia a lo largo de la novela.

Hay un retrato social de la época, una idea general de las relaciones familiares aunque esté centrada en una familia en concreto. Nos muestra la permisión de la violencia en el seno familiar: ya la sufrió la abuela, después la madre y ahora el hijo. Como la sociedad, incluido el ámbito escolar, hace oídos sordos y mira hacia otro lado. Contrasta con la situación actual, aunque no esté erradicada totalmente.

Hay una reivindicación de la lectura y la escritura. La lectura es lo que lo salva de la agresión paterna, es su refugio, lo protegen los héroes de sus cómics, son los elementos que conforman su mundo infantil y juvenil, el mundo de la inocencia y la fantasía, y es lo que destruye el padre, dejándolo desamparado, humillándolo, para mostrarle que ese no es el camino que ha ideado para él. Y a él esa destrucción le duele más que los golpes que recibe continuamente.

El narrador reivindica también la importancia de la escritura, como método de curación, atribuyéndole un poder sanador, llevar a cabo una catarsis para entender por qué, encontrar un sentido de lo que ocurre y que va contra toda lógica, las razones del miedo que lo atenaza, y así sacar lo malo que hay en su interior, en su memoria y conseguir la liberación. Pero el narrador hay veces que duda de esa tabla de salvación que ha encontrado porque su padre odia todo lo relacionado con ese mundo.

El uso de la primera persona para generar más credibilidad se corrobora con la escena en la que el narrador accede a tener una sesión con un psicólogo y comprueba la diferencia en el relato cuando lo hace en primera persona.

El autor también da gran importancia a la memoria, planteando a la vez las dudas que surgen cuando nos adentramos en ese mundo. ¿Coincide mi memoria con la realidad? Cuando el narrador empieza a indagar sobre los acontecimientos del pasado para encontrar una justificación, descubre otras realidades, personas que recuerdan los mismos hechos de otra forma, incluso su hermano. Emplea una frase de Delphine de Vigan, autora que también utiliza al inicio con una reseña: “¿Basta el miedo para callar?”.  ¿Qué será lo que hace que él y su hermano tengan opiniones y conductas divergentes habiendo vivido la misma realidad? Entonces las dudas afloran con más fuerza.

También nos muestra una visión del turismo de la época. En esos años que retrata la novela, finales de la dictadura e inicio de la transición, comienza a llegar el turismo a la Costa del Sol, viene cargado con ideas de apertura y de libertad, pero que en la zona, aquí concretada en Torremolinos, se vive más como diversión, juerga, libertad sexual, consumo de alcohol y de diversidad de drogas. Pero esa vida sin freno tiene también una cara oculta, acarrea unas consecuencias negativas, que son las que el autor plasma en la novela.

A lo largo de la novela aparecen diversas dualidades que a veces coinciden y a veces se contraponen: en la familia son dos hermanos, el narrador lo que tiene son dos hijas; entre los hermanos, el narrador insiste en recordar y no personar hasta la obstinación, el hermano apuesta por olvidar y pasar página; el abuelo y el padre, los dos prohíben y son violentos, el narrador no tuvo contacto con su abuelo y sus hijas con el suyo; cuando aparece Torremolinos, conocemos la parte de paraíso: juerga, diversión,…; y la parte de infierno: drogadicción, alcoholismo, violencia; la contraposición de la zona malagueña de desenfreno, del dinero abundante que también se gasta con facilidad, a la Málaga de las viviendas humildes de la clase trabajadora, obrera;…

El escritor no pontifica, no trae a colación una moraleja, no hay conclusión, no hay cierre, simplemente expone unos hechos desde el punto de vista del narrador, con sus opiniones, sus reflexiones con sus dudas incluidas.

Al final se atisba algo de luz, hay un soplo de esperanza representado por las hijas del narrador que viene de la mano de la lectura y la escritura, ellas piden que su padre les lea y él se compromete a escribirles un cuento para ellas, como contraposición a la actitud de su padre.


La próxima reunión se celebrará el martes 13 de mayo para comentar la obra "Sueños en el umbral" de la autora Fátima Mernissi.